Aunque no le gusta que le definan así, José María Tornay es el líder del grupo “Entreamigos” y uno de los hombres que ha marcado una forma de hacer música en nuestra ciudad desde hace más de cuarenta años con el grupo TES.
El grupo Entreamigos afronta una cita importante con este espectáculo, y además con un motivo solidario, como casi siempre.
Así es. Yo suelo decir que nosotros somos la ONG Entreamigos, porque desde que empezamos a hacer cosas hace cuatro años siempre hemos destinado el dinero a causas nobles. Cuando no ha sido a Cruz Roja, ha sido a la Asociación Contra el Cáncer o AROAL. Y ahora es para las Hermanitas de los Pobres, así que siempre estamos atendiendo las necesidades de este tipo.
Hace casi cuarenta años que comenzaron a tocar.
Sí, y puede que incluso algo más. No todos los que estamos ahora, pero el núcleo fuerte del grupo sí está desde los años 70, cuando empezamos en la Casa de Don Bosco con el TES.
Y ustedes eran el TES Dynamo.
Así es. Animábamos las fiestas, los bailes… Después estuvimos mucho tiempo alejados de la música y ahora hemos vuelto con otros miembros, pero le digo una cosa, con más ilusión que antes.
Todos sus espectáculos han sido un gran éxito. ¿Se puede decir que la música de los 60 y 70 tiene algo especial que engancha a la gente?
Sí, tiene tirón, porque hay mucha gente de nuestra edad y también de algo menos a la que parece que la música se le pegó más a la memoria, como si estuviera más relacionada con la vida de cada uno. Hay muchas canciones que muchas personas tienen interiorizadas. En cambio hoy la música es más efímera, pasa más rápido de moda y es más complicado que la gente la siga teniendo en la cabeza. Cuando pasen unos años no nos acordaremos de la mitad de las canciones de ahora.
«La música de los 60 y 70 tiene tirón hoy porque era muy buena»
Pero la gente joven también recuerda canciones de esa época.
Efectivamente, y eso es algo que yo sé bien porque trabajo en un colegio. Los jóvenes tararean boleros y coplas, y conocen la música de antes. Puede que sea porque era mejor.
Los Beatles por ejemplo siguen muy presentes.
Sí, y los Rolling, y los cantautores… Hay música muy buena.
Precisamente este nuevo espectáculo se basa en la obra de un cantautor, Joaquín Sabina. Ya hicieron uno de Serrat, aunque en aquel caso era un estilo totalmente diferente, con el que usted se identificaba mejor. ¿Cómo afronta este nuevo desafío?
Habla usted de desafío, y eso es realmente lo que es. La verdad es que son totalmente diferentes. Además la música de ambos no es la música convencional de un artista pop normal. Es una música compleja, a los músicos se le exige mucho esfuerzo, mucha dedicación y mucho entrenamiento… Son músicas complejas, y las letras no digamos ya. Serrat y Sabina lo único que tienen en común es su amistad, y que cantan juntos. De hecho son tan distintos que a mucha gente le ocurre que uno Le gusta mucho y el otro no le gusta nada. Es algo muy común. Pero a nosotros nos gustan los dos y hemos cogido lo mejor de cada uno.
¿Le ha costado mucho meterse en el papel de Sabina en este ‘Pongamos que hablo de Joaquín’?
No, porque no es nuestra intención hacer una imitación. Lo único que vamos a hacer es, desde nuestro punto de vista como grupo, coger unas cuantas canciones, que creemos que son las más representativas, e interpretarlas sobre el escenario. Pero no vamos a intentar imitarle. El título del espectáculo nos pareció acertado porque rememora aquella canción de ‘Pongamos que hablo de Madrid’.
Canción que luego popularizó Antonio Flores.
Efectivamente, y además la cantaba bastante mejor que Sabina.
Casi todo el mundo canta mejor que Sabina.
Ya le digo, hasta nosotros cantamos mejor (risas). Eso sí, nos falta ese desgarro que tiene en la voz, y que le va muy bien al canalleo de sus letras. Pero está claro que Sabina es un hombre que va por ahí con más talento que voz.
«Me gustaría que gente joven nos fuera desplazando»
¿Cómo organizan los ensayos? Porque algunos de los miembros incluso viven fuera de Ronda.
Ese es el problema, que nosotros venimos a ensayar una vez al mes más o menos, porque la mitad del grupo está fuera. Uno vive en Sevilla, otro en Granada… Además es gente muy ocupada, con mucha responsabilidad en sus trabajos. Así que podemos quedar poco. Lo que ocurre es que cada uno en su casa se lo curra mucho, y luego hacemos una puesta en común de lo que ya está trabajado.
El futuro del grupo parece que está asegurado, porque se está incorporando gente joven, como su hijo, que colabora con ustedes.
A mí lo que me gustaría es que estuvieran incluso más presentes, y que nos fueran desplazando del grupo. Lo que nosotros tenemos que hacer es despejar el camino para que otros vengan detrás. Yo no tengo ninguna ilusión por eternizarme ahí. Así que me gustaría mucho que miembros nuevos, de 20 o 30 años, fueran entrando.
¿Han vuelto a tener problemas con el alquiler del teatro, como les ocurrió en otra ocasión?
Como es benéfico, supongo que la cuota del alquiler la devolverán a las Hermanitas de los Pobres, que son las receptoras de los posibles beneficios del espectáculo, que espero que se llene el teatro y sean muchos.
Recordemos cuándo es y dónde se pueden comprar las entradas.
Será el viernes 13 de marzo. Y las entradas son numeradas, algo que hemos decidido hacer por dos motivos. En primer lugar, para que la gente tenga la posibilidad de elegir el sitio donde se quiere sentar, y segundo porque es más cómodo llegar justo cuando va a empezar el espectáculo y no tener que ir con antelación, tener que hacer cola y demás. El precio es de 10 euros en taquilla y 8 anticipadas, que se pueden comprar en la Casa de la Cultura.
¿Qué duración aproximada tendrá el espectáculo?
No lo he calculado exactamente, pero son 21 canciones, así que serán unos 105 minutos más o menos.
«Lo único en común entre Sabina y Serrat es que son amigos»
Que serán dos horas, porque seguro que el público pide alguna más.
Bueno, si la piden estaremos preparados para tocar alguna más. O hacemos también el concierto de Serrat seguido (risas).
Habrá sido difícil elegir 21 temas de Sabina, porque tiene muchas y muy distintas.
Pues andará por las 300 canciones. El criterio ha sido básicamente que sean muy populares, que cuando las estés cantando la gente las perciban como algo conocido.
Imagino que ‘Pongamos que hablo de Madrid’ estará incluida.
Sí, pero con nuestra letra, la que dice ‘Pongamos que hablo de Joaquín’. Y para arrancar tocaremos la más emblemática de esta época, que es ‘Princesa’.
¿Un mensaje para que los rondeños se animen a acudir el día 13 al Teatro Vicente Espinel?
Solo puedo decir que el grupo toca magníficamente. Yo estoy asombrado del sonido que le estamos sacando a los temas. Y como tenemos un buen equipo de sonido, el resultado es aún mejor. Además, hay una serie de invitados, porque no solo cantamos nosotros, que hará que merezca mucho la pena. Por ejemplo, Carmen Hita, que es una mujer de una dulzura y una elegancia impresionantes, María del Mar Luque, que la conoce ya toda Ronda, Ana Cristina Mata, Roima Durán, que es una chica con una gran proyección… Y también tenemos la colaboración de dos miembros del grupo Tarifa Plana, de Málaga, y que está sonando muy fuerte ahora en el pop nacional. En una canción incluso colabora la Rondalla del Colegio Fernando de los Ríos, que creemos que va a quedar muy original con los niños. Así que ahora le toca a la gente ir a verlo, porque solo con ir estaremos haciendo una gran obra social. Pero es que además se lo van a pasar muy bien, porque las letras de Sabina son muy jugosas, y nosotros queremos explicarlas bien, que sea algo didáctico. En fin, que yo creo que vamos a pasar un rato estupendo y a emocionar a mucha gente.
El espectáculo de Serrat ya fue un éxito, así que seguro que ahora el resultado es como mínimo igual de bueno.
Ahora por lo menos estamos más preparados musical y técnicamente. La gente está más entrenada. Así que esperemos que el resultado sea bueno.
