Lejos de entrar a calificar las desafortunadas declaraciones del consejero de Turismo, Luciano Alonso, sobre las comunicaciones de nuestra ciudad, que no considera tan malas, es cierto uno de los argumentos que utilizó en las mismas, claro está, si fuese cierto. Tardar menos de una hora entre el aeropuerto de Málaga y la ciudad de Ronda sería un gran salto para el turismo, sería tanto como decir que la ciudad del Tajo tiene aeropuerto, y en eso sí que tiene razón el consejero, ya que en cuestión de turismo es un elemento muy tenido en consideración.
Lástima que ese tiempo de viaje solo esté en la imaginación de Alonso o, lo que sería peor, solo sería fruto de un incumplimiento de las normas de circulación.
No obstante, sabido este argumento, toca ya que la Junta de Andalucía decida apostar por la marginada Serranía de Ronda y la dote de unas infraestructuras dignas que permitan su desarrollo. Un objetivo para el que no estaría mal que los partidos rondeños dejen sus colores y se unan por un objetivo común, aunque parece que sea una petición demasiado exigente para ellos. Una reivindicación que tampoco debe olvidar el asunto de la alta velocidad, en este caso, competencia del Gobierno central. Qué gran paso sería.