Con las ganas que tenía yo de hablar de nuestra impuesta lideresa doña Susana I de San Telmo y V de Moncloa y acontece algo que no puedo ni quiero dejar pasar por alto. A riesgo de faltar al lector, he de decirle, querido rondeño, que usted y yo, como paisano suyo, tenemos en nuestra ciudad unos profesionales de la información probablemente muy por encima de lo que nos merecemos.
Menciono esto porque resulta que al parecer unos iluminados de Juventudes Comunistas han acusado a los profesionales de los medios de comunicación de Ronda, a quienes considero compañeros, amigos e incluso en algún caso, hasta mentores, de ejercer “violencia simbólica” y de “invisibilizar un intento de violación”. Además de mencionar que siguen con la misma actitud ante el último fallecimiento por violencia de género.
Me duele que un puñado de indocumentados, exaltados y no digo lo que pienso realmente porque les daría argumentos para que se hicieran ellos las víctimas –que en el fondo es lo que les encanta-, tengan el mismo atrevimiento de descalificar así a estos profesionales que desde luego si en alguna ocasión han pecado de algo es de prudentes, respetuosos y rigurosos. Estos de Juventudes Comunistas políticamente no se van a comer un colín en la vida. Así de fácil.
Los comunistas han demostrado una capacidad innata para la confrontación
A lo largo de la democracia e incluso en loo últimos años de dictadura, los comunistas de este país sólo han demostrado una inusual habilidad innata para la confrontación, el desatino y la escisión. Vamos, que no se aguantan ni entre ellos. Ahora, los rondeños, vuelven a caer en un error fatal, se equivocan de enemigo.
La única izquierda radical que ha conseguido notoriedad en los últimos años es Podemos y estarán conmigo que uno de sus grandes aliados han sido los medios de comunicación. No es tan complicado. Pero estos de Izquierda Unida parece que quieren seguir instalados en el fracaso. Como he comentado algunas veces, entre otras cosas, ellos siguen empeñados en ganar una Guerra que se acabó en el año 39 y cuando no, crear otras nuevas.
Decía Churchill que “el socialismo es la filosofía del fracaso, el credo a la ignorancia y la prédica a la envidia; su virtud inherente es la distribución igualitaria de la miseria”. Hace pocos días que se cumplió el 50 aniversario de su muerte y la cita tiene más vigencia que nunca.
