Torymus auratus es el nombre de un parasitoide autóctono encontrado en agallas de quejigo del Valle del Genal que podría ayudar a combatir la plaga de la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus). Se ha comprobado en otras zonas de Europa que este insecto ataca igualmente a las agallas del castaño, junto con otros parasitoides autóctonos. Este hallazgo ha sido realizado por el Grupo de Trabajo Valle del Genal que ya manifestó como prematura la introducción del parasitoide asiático Torymus sinensis, por ser una especie exótica, además de una solución cara económicamente a largo plazo.
Para poder controlar la plaga de la avispilla del castaño, los parasitoides autóctonos necesitan de un proceso de adaptación, algo de lo que no es ajeno tampoco el asiático Torymus sinensis, que precisa igualmente de 7 años para establecerse en un territorio. Sin embargo, Torymus sinensis depende exclusivamente de la avispilla del castaño, por lo que si la plaga se reduce drásticamente, este parasitoide también se reducirá o, incluso, puede llegar a desaparecer, por lo que habría que volver a introducirlo gastando otros 7 años, además de los gastos y pérdidas económicas que ello conllevaría. Por el contrario, los parasitoides autóctonos están siempre presentes en el entorno, y es uno de los beneficios ecosistémicos que ofrecen los bosques naturales.
Para favorecer a los parasitoides autóctonos es importante conservar y potenciar los bosques naturales de quejigos y alcornoques, que son hábitats que acogen una gran diversidad de parasitoides de las agallas. Y para poder realizar esta mejora del hábitat es importante destinar fondos a los propios agricultores puesto que son los responsables de la conservación del bosque.
La introducción del parasitoide asiático Torymus sinensis es una decisión prematura si no se valoran otras soluciones más sostenibles como la de favorecer a los parasitoides autóctonos. Sin embargo, a fecha de hoy, no se ha realizado ningún estudio que justifique la introducción del parasitoide asiático como la única solución posible.
Por su parte, el Grupo de Trabajo Valle del Genal va a iniciar contactos con organizaciones agrarias y la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía para realizar unas jornadas donde compartir conocimientos para una mejor conservación del castañar del Valle del Genal.