La calle llena de personas. Manadas de publico que se dirige al lugar. El bullicio se apodera de la población. No se comenta otra cosa. Las personas mayores, incrédulas, no dan crédito a lo que sucede “nunca había pasado nada igual”. Los jóvenes escuchan atentos por sí alguien puede aclarar algo. Pero nada, nadie sabe como ha sido, pero esta sucediendo ante la atenta mirada de cientos de personas.
El Señor va apareciendose por las calles, se oye en cierto lugar. Los parroquianos incrédulos acuden a alguien que pueda aclarar lo que sucede, nadie les ofrece una respuesta, no ya una solución, una respuesta es lo que buscan ante la nada absoluta que les ofrecen los que lo han visto.
Se parece a Padre Jesús, dicen unos. Es Papá Noel, dicen otros. Fray Leopoldo está ante nosotros, especulan algunos. Otros apuestan por personas conocidas de la población, pero nadie sabe a ciencia cierta lo que sucede.
No seré yo quien dude de las apariciones, mucho menos si puede tratarse del Señor, vaya a ser que me lo tenga en cuenta en un futuro, pero esto de ver sombras que dicen que son…. no soy muy partidario de ellas.
Más cuando se trata de una imagen que aparece en un cristal de una casa que lleva varios años cerrada, donde no entra nadie hace mucho tiempo, muchísimo si lo decimos de la planta superior, ya que esta casi en ruinas. Estamos hablando de un cristal donde se acumula el polvo de una casa abandonada ¿No sería mejor darle con un poco de cristasol antes de hacer tantas especulaciones? Más que nada para evitar mal entendidos.