Los vecinos de Arenal 2000 llevan más de un año esperando la ejecución del anunciado proyecto de finalización de la urbanización, una vez que la delegación municipal de Economía procedió a la incautación de los avales entregados por la promotora como garantía de finalización del proyecto.
Economía lleva con el dinero depositado en una cuenta desde el pasado mes de febrero
Una vez culminado el proceso de negociación con las diferentes entidades bancarias, en el mes de febrero de 2013 las arcas municipales recibían la partida económica reclamada, que asciende a más de 500.000 euros.
Desde entonces, los vecinos esperan el inicio de la obras para solucionar los problemas que presenta la urbanización, aunque las mismas siguen sin fecha prevista. En este sentido, según han explicado fuentes municipales, el departamento de Obras finalizó hace pocas semanas el proyecto necesario para acometer la actuación, en el que se han empleado nueve meses para su redacción.
Ahora, debido a que el presupuesto del mismo supera los 350.000 euros, ya que tendrá un coste la obra de 506.000 euros, es necesario que se reciba el visto bueno de una oficina de supervisión de la Diputación Provincial de Málaga, trámite en el que se encuentra en estos momentos.
Estas mismas fuentes han explicado que todavía no es posible dar una fecha concreta para poder proceder a la licitación del proyecto, al no existir un plazo concreto para que el organismo dependiente de la Diputación se pronuncie sobre el mismo. No obstante, apunta a que se procederá a la licitación “inmediata” en el momento que el proyecto cuente con las autorizaciones pertinentes.
Mientras tanto, el descontento se instala entre algunos vecinos de la urbanización, al considerar excesivo el tiempo que se está empleando en realizar el proyecto, aunque reconocen que se está comenzando a ver una cierta luz en el túnel. De hecho, recuerdan que llevan años esperando a que se soluciones los problemas de la urbanización.
En concreto, la actuación planteada contempla el solucionar los problemas detectados en el alumbrado público, acerados, espacios verdes y en las zonas de juegos infantiles, que en estos momentos se encuentran abandonadas y hasta con los accesos al tráfico rodado cortados.