Un hombre de 78 años falleció ayer como consecuencia de un infarto en la barriada de Padre Jesús. El suceso habría ocurrido tras una discusión con otro hombre a causa de la instalación, esa misma mañana, de unos bolardos para cerrar la calle Aniya la Gitana al tráfico, según testigos presenciales.
En un irónico giro de los acontecimientos, esos mismos bolardos dificultaron el acceso a la zona de los equipos de emergencia, que se trasladaron hasta el lugar al filo de las 10:15 horas. La víctima fue trasladada en ambulancia al Hospital de Ronda, donde fallecía apenas una hora más tarde. Sin embargo, estos obstáculos solo habrían entorpecido unos minutos la operación, según algunos testigos.
Otro hecho que hace aún más rocambolesca la historia es que fue precisamente la víctima del trágico suceso la que habría solicitado en una reunión mantenida hace unas semanas con las autoridades locales el cierre de la calle.
La decisión no era compartida por una gran parte de los vecinos, que ven en la colocación de esos artefactos un impedimento para la entrada de vehículos en caso de cualquier emergencia, como finalmente ha ocurrido. Ahora, tras este episodio, la indignación entre muchos de ellos ha crecido notablemente, ya que creen que nadie puede asegurarles que no vuelva a suceder otro episodio similar y que, esta vez sí, los pivotes sean un obstáculo insalvable.
Mientras tanto, desde el Ayuntamiento de Ronda, además de lamentar el hecho, se asegura que la instalación se efectuó a petición de un grupo de ciudadanos de la barriada. También se defiende que los vehículos de emergencia pueden llegar hasta el mismo comienzo de la calle, lo que hace factible la entrada de camillas o mangueras en caso de requerirse la presencia de una ambulancia o un camión de bomberos.