Ha sido encontrada bajo un paso de la carretera de circunvalación junto a otra cuyo origen aún se desconoce, después de ser robada el pasado marzo
La ermita rupestre de la Virgen de la Cabeza de Ronda podrá volver a lucir su tradicional campana, que fue sustraída el pasado mes de marzo y que ya se daba por perdida. No obstante, agentes de la Policía Local encontraron esta semana el preciado bien bajo uno de los pasos de la carretera de circunvalación de la localidad, un hallazgo con sorpresa incluida, ya que no se encontraba sola, sino que en el mismo lugar se encontraba otra campana cuyo origen se está investigando ahora.
Los agentes localizaron la campana tras la denuncia de un vecino, que alertó sobre su presencia en las proximidades del acceso a la zona conocida como Los Tejares, tras lo que se pudo comprobar la veracidad de la información facilitada y recuperar el objeto, que tiene una antigüedad de unos 20 años, y que sufre daños en el asidero.
En este sentido, desde la Hermandad esperarán a reparar los daños para devolverla a su lugar, al tiempo que también se quiere realizar una modificación para que tenga volteo, lo que vendría a dificultar la sustracción de la misma en caso de un nuevo intento de robo. Sin embargo, a día de hoy se desconoce la fecha en la que podría volver a sonar.
Pese a que el robo se produjo días antes de Semana Santa, nadie se percató de su ausencia hasta el mes de mayo, ya que el lugar en el que se encuentra el campanario no destaca especialmente a la vista. Lo que hizo pensar que la campana fue sustraída entonces fue el hecho de que en una finca colindante a la ermita se registró otro robo en esa fecha, por lo que desde la Hermandad se cree que después de ese primer golpe los ladrones fijaron su objetivo en este objeto.
Aún así, los interrogantes todavía son muchos, y los miembros de la Hermandad se siguen preguntando cómo fue posible descolgar la campana y transportarla desde la ermita, teniendo en consideración el peso de la misma, unos 60 kilos, la carencia de asidero y la pronunciada cuesta de salida que tiene el recinto.
Por su parte, los cuerpos de seguridad expresaron desde el momento en que fue interpuesta la denuncia su esperanza por que la campana apareciera, algo que ha terminado produciéndose aunque de una forma que muy pocos se esperaban. Precisamente, algunos fieles consideran que la presión ejercida por los cuerpos de seguridad ha podido provocar que estos amantes de lo ajeno abandonaran el botín.
