El sindicato CSIF califica de «insulto» la subida de sueldo aprobada para el alcalde
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denunció ayer que el Ayuntamiento de Cortes de la Frontera adeuda 300.000 euros a sus empleados en concepto de nóminas impagadas. A los aproximadamente 80 trabajadores municipales todavía no le han sido abonados los sueldos correspondientes a los meses de marzo y abril, a lo que habría que sumar las cantidades correspondientes a la Seguridad Social.
Además, desde CSIF criticaron la decisión del alcalde de este municipio, Antonio Granero, de subirse su asignación salarial de los 900 a los 2.500 euros con efecto retroactivo, al considerar que se trata de un aumento «injustificado» y que supondrá una carga «insostenible» para las arcas municipales. Ante esta situtación calificaron de «insulto» a sus trabajadores la decisión adoptada por el regidor.
Por eso, pidieron al máximo responsable del Consistorio que rectifique de «inmediato» y proceda a anular la subida de sueldo y proceda al pago de las nóminas atrasadas.
Por otra parte, este sindicato aseguró que desde la Consejería de Bienestar Social de la Junta de Andalucía se está reclamando por la vía de apremio la devolución de 800.000 euros que corresponderían a subvenciones otorgadas al municipio hace ocho años para la construcción de una residencia y un teatro que no han llegado a construirse. A ello habría que unir las deudas que se mantienen con las empresas públicas Egmasa (ahora Agencia Andaluza del Agua) y Tragsa por la realización de trabajos forestales para la retirada del corcho de los montes cortesanos.