Juan Manuel Medina encarna a la perfección la figura del político preocupado por sus conciudadanos, muy especialmente por los que como él sufren una discapacidad que les limita a ejercer los derechos que les corresponden
¿Cómo se siente como concejal del Ayuntamiento rondeño desde que tomó posesión?
Afortunadamente me siento bien, desempeñando mis funciones de concejal. Es la primera vez que una persona con discapacidad accede al Ayuntamiento de Ronda, y es importante que la gente se conciencie de que cualquier persona puede ocupar cualquier puesto independientemente de la discapacidad que tenga. Es verdad que empecé sin experiencia, pero poco a poco voy cogiendo práctica, gracias a la ayuda de mis compañeros y a las sugerencias que los ciudadanos nos transmiten para que seamos su voz en el Ayuntamiento.
Iba usted en el número 17 de la lista del PSOE para las elecciones. ¿Esperaba u llegar a concejal en esta legislatura?
La verdad es que no lo imaginaba, pero las circunstancias se han dado así, y los que hemos entrado finalmente estamos trabajando lo mejor posible para tratar de ver la mejor manera de solucionar los problemas de los ciudadanos, que para eso estamos ahí.
¿Cómo vivió la Operación Acinipo, que fue lo que inició los sucesos que lo llevaron a usted al cargo?
Yo estaba en casa, pero trabajando como militante de base del PSOE. Y es verdad que veía que iban dimitiendo todos lo que iban por delante de mí en la lista, pero hasta que no llegó mi acta de concejal no me di cuenta realmente de todo. Pero una vez que tomé posesión ya fui consciente de que estaba rompiendo barreras y de que tenía la oportunidad de velar por colectivos menos favorecidos de la sociedad rondeña, como las mujeres, los discapacitados o los inmigrantes.
Algún medio de comunicación incluso se precipitó y anunció que usted también iba a renunciar. ¿Tuvo dudas en algún momento?
No, lo que pasa es que todo fue muy rápido, y los medios de comunicación fueron incluso más rápidos que mis propios compañeros, porque publicaron eso antes de que yo conociera la noticia. Pero una vez que ya lo supe no tuve ninguna duda.
¿Quién le dio la noticia de que iba a ser concejal?
La verdad es que ahora no lo recuerdo (risas). Fueron muchos los que me llamaron, pero ahora no sé decirle quien fue el primero. Lo que sí es seguro es que fue uno de mis compañeros de partido.
¿Cree que sus compañeros lo están encasillando precisamente en estas problemática y no le dan la oportunidad de trabajar en otros temas?
Bueno, puede que en los primeros meses, pero poco a poco vamos ampliando el ámbito y creo que se está viendo que puedo desenvolverme en otros temas. Por ejemplo en el último pleno preguntamos por temas de alumbrado y de pasos de peatones. Muchas veces la gente
“Pese a todo lo ocurrido, pienso que la militancia socialista sigue muy activa”
cree que los discapacitados solo estamos pendientes del tema de la accesibilidad, pero no es así, porque también vamos a hacer deporte, utilizamos el transporte público, vamos a trabajar… Así que estoy abierto a cualquier problema que los ciudadanos quieran transmitirme.
¿Le comentan sus problemas los ciudadanos?
Sí, me paran por la calle, y más aún cuando voy solo con mi perro guía, porque les impresiona ver la autonomía que me da. Y por supuesto me transmiten los problemas que ven en la ciudad y todo lo que quieren que les preguntemos al equipo de gobierno
Su partido atraviesa un momento difícil en Ronda. ¿Cómo valora la situación?
La militancia está activa y el grupo municipal está trabajando mucho por los proyectos de la ciudad, así que solo hay que esperar a que se solucione todo y se vuelva a instaurar la vida orgánica del partido.
¿Cómo vive usted los plenos? Porque sus compañeros de corporación tienen más fácil distraerse en los plenos, usando el móvil, por ejemplo, pero usted debe ser el que más atención presta.
A ver, a mi la información que al resto de la gente le llega por la vista, a mí me llega por el oído, así que siempre trato de poner mucha atención. Y en los plenos llevo mi guión con las preguntas que voy a hacer y la orden del día en Braille, que me lo tengo que preparar yo mismo. Aunque muchas veces no me hace falta leerlo porque me lo sé de memoria.
¿Y qué hace cuando tiene que pedir algún documento?
La información siempre la tienen en soporte físico, no digital, así que siempre dependo de alguno de mis compañeros o de otra persona que me lo pueda leer. Así que en las juntas rectoras, los plenos o en cualquier reunión siempre recuerdo que la información tendría que
“Mi perro guía me da una gran motivación y un mayor grado de autonomía a la hora del trabajo en calle”
llegarme de forma digital. Por ejemplo, la información sobre el macropatronato la he solicitado pero todavía no me ha llegado. Es importante concienciar de ello a toda la sociedad y al personal municipal, porque si no puedo acceder a la información no puedo hacer mi trabajo y tengo que depender siempre de otra persona.
Antes de ser concejal ya trabajó con el Ayuntamiento en temas de accesibilidad. ¿Cree que Ronda ha mejorado en los últimos años o estamos estancados?
Sí, es cierto que hasta hace poco era secretario del Consejo de Atención a la Discapacidad. Creo que hemos avanzado mucho en cuanto a accesibilidad, pero todavía queda mucho por hacer para que Ronda sea una ciudad accesible. También hemos trabajado mucho en el proyecto para crear una residencia para gravemente afectados en el Edificio de la Isla, que se votó en pleno por unanimidad su cesión para la Asociación Fidelis et Fortis pero que se encuentra paralizada en estos momentos. Y también hay que seguir avanzado en la accesibilidad de las calles, no solo para que se eliminen las barreras, sino también para que la gente lo respete, porque a veces la administración las elimina y luego la gente no se conciencia y pone más impedimentos, y así estos colectivos tienen todavía más dificultades a la hora de hacer su vida diaria.
¿Qué ha supuesto para usted la ayuda de su perro guía?
Mucho. No es lo mismo salir solo con el bastón que con el perro, porque te da más autonomía. Está claro que al final siempre tienes cierto grado de dependencia, pero el perro te da mucha motivación y más autonomía. Y sobre todo ayuda para que la gente vea que somos útiles como cualquier otra persona.
Sabiendo ya cómo funciona la política por dentro, ¿estaría dispuesto a repetir la experiencia en las siguientes legislaturas?
Siempre que sea para mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad y reportar beneficios a la sociedad, estaré ahí, dando la tabarra para que los problemas se solucionen. Porque si un problema se puede solucionar para mí, también se puede solucionar para otras personas y colectivos. Hay que recordar que un 10% de la población rondeña tiene algún tipo de discapacidad y hay que demostrar que somos útiles. Así que siempre que haya que luchar por ello, aquí estaré yo para trabajar.
¿Cómo es su relación con los compañeros de los otros partidos?
Me llevo muy bien con ellos. La relación es muy cordial.
¿Están sensibilizados con los problemas que usted expone?
Creo que un poco, pero no lo suficiente, porque hay temas que no terminan de solucionarse. Ya voy a cumplir trece meses como concejal y hay cosas sobre las que estoy preguntando desde el primer pleno y todavía no ha habido solución. Ha habido reuniones para estudiar
“Poco a poco voy ampliando mi campo de trabajo sin limitarme a la discapacidad”
cómo ponemos en marcha el Consejo de Bienestar Social, en el que se integró el Consejo de Discapacidad, pero sigue parado. Es verdad que el proyecto para crear un comedor social sí está avanzado, pero creo que habría que tratar todos los temas por igual. Pero bueno, poco a poco vamos avanzando.
Escuchando las voces, ¿quién diría que se enfada más en los plenos?
Vaya pregunta más complicada (risas). Bueno, hay muchas situaciones de tensión que tenemos que sufrir todos, y todos nos enfadamos más o menos en algún momento dado. Así que no sé decirle quien se enfada más.
A pesar de su poca experiencia, torea bien muchas preguntas.
Sí, para eso soy concejal (risas). Con el día a día uno va cogiendo experiencia, lo que pasa es que sin ver no sé por dónde me viene el capotazo.
¿Qué le parece ese refrán que dice “ojos que no ven, corazón que no siente”?
Pues claro que sentimos, porque aunque no tengamos el sentido de la visión, agudizamos más otros, como el oído, la memoria y la sensibilidad hacia muchas problemáticas. Creo que hay cosas en la vida que alguien que no vea lo percibe de una forma diferente a otro que sí ve. Así que aunque no vea, siempre estoy pendiente de los problemas de la ciudad y trato de ser cercano a la gente.
¿Qué futuro cree que le espera a la ciudad?
Esperemos que podamos salir de esta crisis en la que estamos inmersos y que salgan proyectos interesantes para la ciudad. Y que se tenga en cuenta a las personas con discapacidad, y cuando se haga un proyecto se tenga en cuenta que todos los colectivos puedan participar dando sus ideas, porque así se podrá enriquecer mucho más y Ronda será una ciudad para todos, sin discriminación alguna. Lo importante es que la ciudad avance en todos los sentidos, tanto en lo económico como en lo social, y por supuesto que haya empleo para todos, porque esa es una de las principales preocupaciones que nos transmiten los ciudadanos.
El colectivo de los discapacitados suele ser muy solidario entre sí. ¿Cree que podrían aprender algo los políticos?
Yo creo que sí, que tendríamos que estar todos los grupos más unidos para sacar adelante la ciudad. Y espero que mi caso sirva para que todos trabajemos más en armonía para traer buenos proyectos a la ciudad, que es lo que quieren los rondeños.