El Gobierno andaluz da la callada por respuesta en el tema Merinos. Por mucho que los periodistas insistes, sus responsables han decidido no decir nada, a pesar de que la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía anula una resolución de su Comisión Provincial de Urbanismo, algo que no les debe resultar muy importante a los dirigentes actuales.
No obstante, la postura de los representantes de la Junta de Andalucía en Málaga tampoco debe extrañar a nadie. Han apoyado y combatido este proyecto al mismo tiempo desde distintas delegaciones provinciales, le han dado su visto bueno, lo han denunciado, han pedido que paren las obras, han vuelto a apoyarlo y ahora no saben qué decir. Y mucho menos en estos momentos, cuando su socio en el Gobierno, IU, ha sido uno de los principales opositores a este proyecto.
Lo mínimo que se le puede exigir a una Administración es una respuesta tras un golpe judicial tan importante, que puede tener consecuencias desastrosas para la economía de una ciudad y sobre la propia Junta, aunque eso no parece importarle mucho, o esa es la impresión que están dando con la actitud que han tomado.
No obstante, la postura de no hablar de nada de los problemas que afectan a Ronda se está convirtiendo en un habitual para los responsables de la Junta de Andalucía. Nada del hospital comarcal, nada de la circunvalación de Arriate, nada sobre la paralización de los accesos o nada sobre la sentencia de Merinos. Ante todo, respuesta al ciudadano.