El hospital comarcal de Ronda retoma la normalidad tras la apertura parcial de la planta de Cirugía, que estaba cerrada alegando unas obras de reforma, lo que habría provocado numerosos problemas para poder dar habitación a los pacientes a los que se les cursaba ingreso en el centro hospitalario.
Como desveló este periódico la pasada semana, algunos pacientes se estaban viendo obligados a permanecer en el área de Observación a la espera de poder recibir una cama en planta, lo que provocó quejas y malestar por parte de los familiares de las personas afectadas. Aunque entonces se anunció una solución inmediata en un plazo de 24 horas, según el comunicado del Sindicato Médico, no fue hasta el pasado jueves cuando se dio una solución a la falta de espacio que se venía padeciendo en el complejo sanitario.
En concreto, según el comunicado del Sindicato Médico, hasta el jueves eran nueve los pacientes que, pese a las promesas de la pasada semana, seguían sin poder tener una cama en planta, teniendo que permanecer en las zonas de Urgencias tras estimar los especialistas que les atendieron que era necesario su ingreso en el hospital para poder tratar sus dolencias.
Esta central sindical también mostró su grata sorpresa por la afortunada medida de abrir esta planta, ya que, según les había informado la propia dirección del Área Sanitaria Serranía de Ronda, la apertura de la planta no estaba prevista hasta dentro de dos semanas. De no haberse abierto más parte de la planta, todo hace indicar que los pacientes hubiesen tenido que seguir “atascados” en el servicio de Urgencias y también en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Además, desde este sindicato ubican las denuncias realizadas en un intento de que se mejore el servicio que se presta al ciudadano desde el Servicio Andaluz de Salud, y en ningún caso con intención de desprestigiar al mismo. “Esperemos que el resto de problemas también encuentren solución”, señalaban desde el Sindicato Médico Andaluz.
a falta de camas había provocado las quejas de familiares, en especial, entre aquellos que tenían unas dolencias de mayor gravedad. Especial mención merece el caso de un vecino de Cañete la Real, de 80 años de edad, que la primera vez que necesitaba ser ingresado tras más de 30 años de cotización a la Seguridad Social no podía disponer de una cama en una habitación tras serle diagnostica una angina de pecho, según relataron sus propios familiares.