Los jóvenes se quejan de las medidas adoptadas por el Ayuntamiento y señalan a al alcaldesa como principal culpable y la acusan en redes sociales de “haberse cargado la feria del centro”
Si los establecimientos acogieron con poco agrado la prohibición de los toldos en la feria del centro, los jóvenes se han mostrado poco menos que “indignados” ante las medidas adoptadas por el consistorio municipal. Recordemos, que el Ayuntamiento de Ronda ha querido evitar a toda costa el botellón en la Plaza del Socorro con medidas como la mencionada anteriormente de no permitir la colocación de los toldos que se venían poniendo en los últimos años en las barras para proteger a la gente del sol. Esto, unido al rumor de que la Policía sancionaría e incautaría las bebidas de aquellos que desoyeran la recomendación de los dirigentes locales, hizo que los jóvenes ocuparan en el primer día de feria del centro su habitual zona de botellón, el Paseo de Blas Infante, para los jóvenes, “La Sevillana”. La idea se extendió rápidamente y fueron muchos muchachos acudieron al punto de encuentro con sus bolsas con bebidas.
El tema de conversación estrella en todos los grupos de jóvenes era precisamente éste, el impedimento del Ayuntamiento a que se realizara el botellón en la Plaza del Socorro y ellos tuvieran que haberse trasladado al Paseo de Blas Infante. Había opiniones para todos los gustos, pero la más generalizada era el rechazo a esta medida, que en su opinión, había provocado que las calles del centro de Ronda presentaran escasa afluencia de ciudadanos, a excepción de la calle Lorenzo Borrego.
Pero el debate pasó de la calle a la red, y desde el mismo botellón, bajo el hashtag, #graciasmaripaz, los jóvenes, con ironía, señalaron a la alcaldesa rápidamente como principal culpable de “haberse cargado la feria del centro” y de convertir la feria en “algo para señoritos”. A tanto llegó la cosa, que algunos se excedieron y pasaron a la descalificación personal, por lo que esta mañana, la cuenta de Twitter de la alcaldesa @Maripazfe, aparecía restringida e incluso algunos decían que la alcaldesa los había bloqueado, para que no pudieran leer lo que ella escriba en el futuro y viceversa.