¿Cuál es su valoración de la Asamblea en la que fue elegido nuevo presidente de la Agrupación de Hermandades?
Son muy positivas porque uno afronta una situación como esta con mucha ilusión, ganas de agradar y de hacer las cosas bien. Pero la verdad es que no esperaba que fuera a tener un apoyo tan unánime como se puso de manifiesto. Así que quiero agradecer por encima de todo esta actitud de todas las hermandades de Ronda y a los hermanos que me han dado su apoyo tanto a mí como a la candidatura, en el momento en que la presentamos y después de ser elegida.
La Asamblea fue aún más importante porque estuvieron presentes todas las agrupaciones.
Efectivamente, no hubo ninguna hermandad que no se pronunciara a favor de esta candidatura. En total son 16 hermandades, 12 de pasión y 4 de gloria. Y además el voto número 17 lo emitió la propia Agrupación de Cofradías.
¿Qué le impulsó a presentarse a un cargo que conlleva tanta responsabilidad?
Pues mire, lo que impulsa a dar ese paso tan comprometido es que ni la Agrupación ni las propias hermandades se merecían un final así después de tres años. Las circunstancias se dieron como se dieron y el anterior presidente tomó su decisión. Nosotros la respetamos y apoyamos por encima de todo, pero todo quedaba un poco huérfano, pendiente de que el testigo lo tomara alguien con ganas de seguir consolidando el proyecto que había entre los miembros de la junta de gobierno que regía la Agrupación estos años atrás. Así que en el seno de la propia junta fue donde nació la ilusión y la intención de que alguien llegara a la presidencia de forma que se diera continuidad a las actuaciones que se habían comenzado y para culminar los proyectos que no había dado tiempo a desarrollarlos. Esa fue la principal motivación, pero también pesó el interés que mostró Alonso Ros, el consejero de la Agrupación, por mi candidatura. Él fue quien impulsó desde dentro que saliera una candidatura de entre los que quedábamos dentro y me señaló a mí en concreto, algo que me llena de orgullo. De forma que acepté y lo convencí para que me acompañara en el proyecto, porque quería retirarse, y siguiera llevando la dirección espiritual de la Agrupación, algo que el Obispado parece que también ha respetado.
Habla de proyectos no acabados. ¿Cuáles son sus principales objetivos?
Hay un primer objetivo muy importante que es el de poner en funcionamiento el Museo Cofrade. Hay una voluntad por parte del Ayuntamiento de que se lleve a cabo la apertura lo antes posible y también por parte de las hermandades, que ya se expresó en el anterior mandato. Se acordó firmar un borrador con un acuerdo con el Ayuntamiento según el cual se cedían ese espacio a la Agrupación de Hermandades por un cambio de un canon mensual y otras condiciones, pero al final no se materializó. El consentimiento de la Asamblea está, pero queda concertar con la alcaldesa la forma de llevarlo a cabo y contar también con la aprobación de la autoridad eclesiástica. Junto a eso hay otros proyectos encaminados a reforzar el culto de las hermandades y de la propia Agrupación, la caridad, puesto que es una condición cristiana y más aún en tiempos tan difíciles es una cuestión que no se puede dejar atrás, y la formación. Hemos tenido la gran suerte de poder contactar con personas dispuestas a venir a Ronda para dar conferencias de diferente índole y creo que eso engrandece la formación cofrade de quienes acuden. Han quedado abiertos muchos contactos con personas que por motivos de agenda no han podido venir, pero esperamos que vengan en las próximas fechas. Esos son los pilares más importantes para nosotros.
¿Han solicitado ya una reunión con los responsables municipales?
La alcaldesa, cuando conoció la presentación de mi candidatura, me felicitó y me mostró su apoyo. Pero después de mi elección no hemos vuelto a hablar, aunque en el momento en que trate de mantener contacto con ella para tratar cualquier tema estoy seguro de seré bien acogido por ella porque así me lo manifestó. De todas formas tampoco quiero precipitar los acontecimientos porque aunque ya haya sido elegido por la Agrupación, todavía necesitamos la ratificación de la autoridad eclesiástica, que no se ha producido todavía. Estamos todavía en fase de conformación de la junta de gobierno, y una vez que se forme elevaremos la propuesta. No debe haber ningún problema, pero sería osado por mi parte anticiparnos a ese proceso y empezar a actuar como presidente a nivel institucional sin haber tomado posesión del cargo. Una vez que el nombramiento sea oficial será cuando se normalicen las relaciones con todos los entes implicados en los temas que nos afectan.
¿Tiene decidido ya las personas que le acompañarán?
Sí, la junta de gobierno estará formada al menos por un representante de cada hermandad. Es una práctica que puso en marcha el anterior presidente y da muy buenos resultados. En vez de una comisión permanente, una junta de gobierno y una asamblea como había antes, ahora la comisión y la junta se funden y tienen voz y voto todas las hermandades. Y puesto que la idea de presentar mi candidatura surgió de personas que estábamos dentro de la junta, prácticamente todos van a repetir, con la excepción de algunos hermanos que no pueden renovar sus cargos por motivos personales. Pero se van a suplir con otras personas con las que ya tenemos los contactos avanzados, a falta de convocar una reunión para los próximos días y distribuir los cargos de cada uno. También hay que decir que los estatutos no establecen un número fijo de miembros, sino que además de los cargos que hay preestablecidos, como el de secretario, tesorero o fiscal, por ejemplo, dejan la puerta abierta para que formen parte de la junta los vocales que hagan falta según las necesidades de la Agrupación. Y yo quiero que sea al menos uno de cada hermandad.
¿Cómo espera que sean las relaciones con las autoridades eclesiásticas?
Creo que las relaciones están prácticamente normalizadas. Somos conscientes de las turbulencias que se produjeron antes del proceso electoral, pero luego mi candidatura tuvo que ser refrendada por el delegado de Hermandades y Cofradías. A la vista de la situación un poco extraña que se produjo, fuimos el consiliario, el presidente en funciones y yo, junto con algún otro miembro de la junta de gobierno, a trasladar en persona la candidatura, y en ese mismo momento recibimos su aprobación. Eso quiere decir que las relaciones están normalizadas y ahora lo que hay que intentar es que no se produzcan malentendidos ni falta de comunicación ni por un lado ni por otro, porque somos un organismo condenado, en el buen sentido de la palabra, a entendernos con la Iglesia. La Iglesia nos ampara y nos cobija en su seno, así que hay que mantener una relación fluida con ella en todo momento. Pero ya le digo, las cosas están casi normalizadas, así que no creo que haya ningún problema.
De hecho las hermandades no tendría razón de ser sin la Iglesia.
Claro, es lógico. El organismo que marca los principios que deben regir la actividad de las cofradías es el Obispado, que tiene un delegado para toda la diócesis. Él es nuestro punto de referencia para todas las actividades que se lleven a cabo, por muy particulares o privadas que sean. Eso es así y lo aceptamos de buen grado.
La Semana Santa es el gran escaparate de las hermandades. ¿Qué ideas tiene para esa fecha?
La Semana Santa es el punto culminante a todo el trabajo que se lleva a cabo durante todo el año. Pero las auténticas protagonistas son las hermandades y cofradías, así que la Agrupación no debe perseguir ningún interés que no sean para su beneficio. Al margen de eso, es verdad que hay algunos aspectos que queremos mejorar, como la carrera oficial, por ejemplo. Pero no ha habido ninguna fricción importante entre las hermandades por temas de horarios y demás, así que las bases están muy bien sentadas. A lo mejor podemos introducir algunos matices nuevos en la organización del pregón o en otros detalles, pero en general vamos a seguir una línea continuista. Aún así estamos abiertos a cualquier propuesta por parte de las hermandades o de cualquier cofrade.
¿Qué mensaje le gustaría trasmitir a los rondeños y a los cofrades en particular?
En primer lugar me gustaría agradecer a muchos rondeños que sin conocerme o sin tener con ellos un vínculo especial me han mostrado su satisfacción y me han dado su apoyo cuando se han encontrado conmigo por la calle. Me han llenado de alegría esas muestras de cariño tan sorprendentes y han hecho que me de cuenta de que uno es alguien en este mundo de las cofradías no con ánimo de erigirse en nada, sino simplemente por ver un gesto de complacencia de un ciudadano que te dice que se enorgullece por tu nombramiento. Y en particular quiero decirles a las hermandades que estamos abiertos a cualquier tema que se pueda plantear y que agradezco el apoyo masivo que se ha ofrecido a este candidato. Y por último también quiero emplazarlas al acto de posesión, que si no hay ninguna incidencia tendrá lugar en un plazo de un mes aproximadamente.
