Tras 25 años llevando la concesión de la Piscina Municipal, Manuel López, actual concejal de Agricultura del Ayuntamiento de Ronda, se ha visto obligado a decidirse entre mantenerse al frente de esas instalaciones o seguir con su acta de concejal, optando por lo segundo, después de un informe que dictamina la incompatibilidad entre ambas ocupaciones. Sin embargo, por motivos de servicio a los ciudadanos seguirá hasta septiembre al frente de una instalación en la que ha invertido mucho tiempo y dinero.
¿Qué sintió al conocer los resultados del informe y tener que dejar la piscina tras 25 años?
Bueno, en realidad no he estado 25 años. Tomé el cargo de la piscina desde 1987, con Manuel García Rubio de alcalde. La gestión salió a concurso en principio para un año y quedó desierto, así que hice un trato con el Ayuntamiento para hacerme con ella. Luego salió para seis años, y como había tan buena coordinación con el Ayuntamiento y el Patronato Deportivo, se hizo una ampliación del contrato para diez años. Después, en 1994, pedí el cambio de titularidad debido a que por mis ocupaciones agrícolas no podía estar siempre pendiente del establecimiento. Así que la concesionaria pasó a ser mi mujer, que es la persona que está siempre allí, y yo ahora no tengo absolutamente nada que ver con el negocio. Lo lleva ella, son declaraciones de la renta separadas, la licencia fiscal está a su nombre, la licencia de apertura se pagó de nuevo con el cambio… Y de todo esto han estado perfectamente informados siempre tanto el Ayuntamiento como el Patronato.
¿Y qué ha cambiado ahora?
En 2010 se acordó la venta del antiguo campo de fútbol junto con los terrenos de la piscina, y los empresarios me dijeron que podía quedarme hasta que se hicieran las obras. Así que al mismo tiempo que se daba un servicio al pueblo también se pagaba una renta al Patronato. Al convertirme en concejal se vio que podía existir una incompatibilidad, pero se ha tardado un año en aclarar el tema. También se comprobó que una parte de los terrenos, en torno al 30% o 40%, eran de la Junta de Andalucía, no del Ayuntamiento, por lo que no podían venderlo. Y se decidió que al no tener separación de bienes con mi mujer hay incompatibilidad con mi cargo de concejal, por lo que he decidido dejar la piscina.
¿Ha colaborado siempre a la hora de ceder las instalaciones al Ayuntamiento?
Siempre. Las horas de natación que se celebraban en coordinación con el Patronato siempre se alargaban si era necesario, y si el Ayuntamiento necesitaba las instalaciones para algo siempre se les ha facilitado. Llevamos muchos años, y aunque yo ya no estaba al frente, sí que estaba mi imagen. Yo siempre he sido Manolo el de la Piscina, algo que me enorgullece. Pero siempre tendré la satisfacción de que las cosas se han hecho muy bien. Podría dejar el cargo de concejal, pero tengo un compromiso de cuatro años con mis compañeros y quiero cumplirlo. El compromiso de la piscina ya había cumplido. Si hubieran quedado tres o cuatro años de contrato lo hubiera estudiado, pero soy un hombre de palabra y en la piscina no estaba por dinero, sino por mi compromiso con el Ayuntamiento y porque acordamos quedarme hasta que se hicieran las obras, aunque están tardando más de lo previsto. Si no, posiblemente la hubiera dejado antes, porque mi mujer está cansada y mis hijas tienen otras ocupaciones. Así que no estábamos allí por dinero, sino por dar un servicio a Ronda y por cumplir mi palabra. Algunos grupos políticos han querido que abandone la concejalía pero no va a ser así.
¿Cree que esto ha sido un intento por dejarle fuera del Ayuntamiento, pensando que elegiría la piscina?
Claro, pero la piscina no deja dinero, y eso se puede demostrar. Son pérdidas y más pérdidas, al igual que pasa hoy en día con otros muchos negocios. Necesita unas fuertes reformas, pero no se pueden hacer con los proyectos de construcción que hay allí, porque si no es todo, casi todo va a caer con las obras. He estado allí porque tenía un compromiso pero ahora tengo otro compromiso más fuerte con mi partido y mis compañeros de gobierno.
¿Entiende la postura de la oposición?
No sólo la entiendo, sino que estoy agradecido, porque como ya he dicho era algo que nos estaba pesando. Todo lo que empieza acaba, y después de 25 años nos merecemos un descanso. Yo no sé lo que es ir un domingo a la playa porque en verano siempre estamos allí trabajando y así se ha demostrado.
¿Va a pedir alguna compensación económica por las reformas que ha realizado?
La reforma más grande se hizo con Juan Fraile como alcalde, aunque cuando llegué con Manuel García también se hicieron inversiones importantes. La piscina se ha tenido que adaptar a la normativa europea, se ha cambiado la depuradora y todas las instalaciones eléctricas. Creo que las inversiones no se han llegado a recuperar nunca, pero bueno, se han hecho y hechas están. Cuando llegué hice una inversión de ocho millones de pesetas de la época, cuando se hizo el salón y el bar costó veinte millones de pesetas y en la última reforma, con Pascual del Río como concejal, gasté otros ocho millones. Así que si todo ese dinero lo hubiera invertido en propiedades en vez de en la piscina, hoy en día tendría 400.000 o 500.000 euros, algo que allí nunca se ha ganado. Pero también hay que decir que he tenido muchas satisfacciones. He tenido hasta a 16 personas trabajando allí, aunque ahora hay menos.
Dice que ya estaban cansados, pero la verdad es que en el fondo le da pena.
Sí, sobre todo da pena cuando detrás hay una mala intención. Pero al mismo tiempo hay que ver las cosas con alegría, porque he conseguido muchos amigos allí.
¿Va a seguir ligado al mundo de la hostelería?
Voy a seguir trabajando como empresario, porque esa es mi vida, aunque ahora tenga también una vida política. Por ser concejal solo recibo una compensación por mis gastos, no tengo dedicación exclusiva ni media dedicación, pero me he comprometido y voy a cumplir hasta el final. Soy empresario, soy bodeguero, olivarero, presidente de algunas cooperativas y tengo una media de doce personas trabajando en el campo. Y en cuanto a la hostelería, no lo tenemos claro, porque mi mujer y mis hijas parece que no quieren, pero eso no quita que podamos poner algún rinconcito en el centro para poder tomar una copita con los amigos y poder dar algo de trabajo, que es lo que más me gusta a mí.
¿Esta decisión cree que ha defraudado a alguien que esperaba a que renunciara?
Todo el equipo de gobierno con la alcaldesa a la cabeza está contento porque no me vaya, pero por otra parte quizá para alguno soy un concejal que está pesando, que está trabajando mucho, como todos los demás, y soy una persona que llego a muchos sitios e intento estar en contacto con todo el mundo, que es algo que otros concejales no han sabido hacer en el pasado. Así que ellos de algún modo no querían que siguiera y han buscado una forma de quitarme de en medio y no les ha salido bien.