Mientras los foros naturalistas se llenan de noticias sobre el peligro de extinción de las abejas y sus consecuencias para la cadena alimentaria, este miércoles un enjambre decidía hacer una visita turística a Ronda. En concreto, la reina eligió una sombrilla amarilla para realizar su particular parada en la calle Nueva, situada en pleno centro de la ciudad, y que tiene una de las mayores concentraciones de restaurantes turísticos de la ciudad.
Trabajadores, turistas y viandantes no perdieron la oportunidad de ver el espectáculo natural en pleno casco urbano, algo no muy frecuente, pero que ayer se convirtió en un gran atractivo durante unas horas. El tiempo que tardó en acudir a la zona un apicultor para proceder a su retirada y devolverlas al campo.
Las abejas hicieron su aparición al poco tiempo de iniciarse la actividad comercial en la calle, y aunque no ocasionaron ningún tipo de daño personal, sí que obligaron al propietario del restaurante más cercano a cerrar sus puertas durante la mañana y el mediodía. Evidentemente, la presencia del enjambre era llamativo, pero no invitaba a sentarse en las mesas que se encontraban junto a la sombrilla seleccionada por la reina.
El cierre momentáneo durante unas horas lo encajaba con resignación, consciente de que se trataba de un hecho fortuito del que no se podía culpar a nadie que no fuese por un capricho de la naturaleza.