Hace unos días salió de nuevo la EPA (Encuesta de Población Activa) que nos da un disgusto tras otro desde hace un tiempo. Nos confirmaba casi seis millones de parados en esta nación que va de recorte en recorte… y tiro porque me toca.
Será que la reforma laboral no ha surtido efecto o no lo ha hecho de la manera que se pensaba, también puede ser que no sea la correcta en estos tiempos o no esté el horno para bollos, pero el caso es que cada vez hay menos personas trabajando y los que lo están van cada día más asustados a su puesto laboral por el miedo al despido.
Será que las reformas en sanidad y educación son cortas o largas, dependiendo de a quién preguntemos, ya que para la Presidenta de Madrid son pocas y para el Presidente de Andalucía son muchas, claro que cada uno pertenece a un partido y lo suyo es tirarse de los pelos.
Mientras tanto la ciudadanía, sí usted y yo, estábamos a lo nuestro. Preocupados por la derrota del Madrid o Barça en la Champions, abriendo informativos con la decisión de Guardiola de no continuar en el banquillo o disfrutando más de la derrota del otro que de la propia victoria. Este miércoles saliendo a la calle a celebrar títulos o victorias en partidos de máxima rivalidad hasta quedar roncos y con resaca… con la que está cayendo.
Así es este país de pandereta, no somos capaces de exigir incumplimientos programáticos a nuestros políticos, que se creen con las manos libres para hacer lo contrario a lo prometido (sea del color que sea, rojo, azul, verde o violeta) protestamos con la boca pequeña no vaya a ser que nos recorten más (madrecita, madrecita… que me quede como estoy) Sin embargo nuestro equipo de fútbol gana y nos volvemos locos, nos lo secuestra un presidente corrupto y salimos a protestar en masa y hasta hacemos manifestaciones multitudinarias.
Lo que merecemos, desde tiempos de la invasión romana a la bética Al’andalus “Pan y Circo”.