Vivir bajo una mesa es duro. Y bien lo sabe Dragomir, el protagonista de la obra de teatro ‘El invierno bajo la mesa’, que el pasado sábado 31 se representó en el Vicente Espinel con una gran acogida por parte del público. Dragomir es un inmigrante que decide alquilarle a una joven que vive sola el espacio que hay bajo su mesa. En ese reducido hueco lleva a cabo su trabajo como zapatero, prepara la comida, duerme…
Este es el singular punto de partida de esta historia, escrita por el francés Roland Topor y ahora adaptada por la compañía El Mercado bajo la dirección de Paco Piñero.
Dieciséis años después del estreno del texto original, la obra está de plena actualidad. Crítica social, humor, surrealismo, pero sobre todo, ‘El invierno bajo la mesa’ es un cuento sobre la amistad y el amor más allá de toda procedencia y clase social.