La aprobación de los presupuestos municipales acordada el pasado viernes pone punto y final al errático rumbo económico de nuestra Corporación Municipal.
Buenas, malas o regulares, todas las opiniones se plasmaron en los distintos votos emitidos por los diferentes grupos que conforman el Ayuntamiento rondeño. Los números aprobados deben servir de referencia para el hacer del equipo de gobierno y dan oportunidad a la oposición de conocer los movimientos que con el dinero de todos realicen los actuales dirigentes del consistorio.
Para una ciudad como Ronda era insostenible seguir un año más sin presupuestos. El mero hecho de la aprobación de los mismos es una buena noticia, aunque los números nos bajen a la cruda realidad de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y ha llegado la hora de ajustarse el cinturón, un ajuste que debe afectar a todos y sobre todo debe incidir en eliminar unos gastos absolutamente injustificables que salieron a relucir en el pasado pleno y que deberían sacar los colores a los autores de un gasto, que como poco hay que calificar de poco ajustado a nuestra realidad.
Ahora los números están sobre la mesa y con ellos deberán trabajar todos, unos desde el gobierno y otros desde la oposición.