MEMORIA: De las acepciones que la Real Academia da a esta palabra escojo las que creo más convenien- tes para ir desarrollando el asunto que me trae a esta página, esa parte de nuestra historia que se ha dado en llamar Memoria Histórica, y que es esa parte de nuestra vida ocultada, distorsionada o falseada que nos impide ver porqué el presente es como es y poder fortalecernos ante el futuro.
La MEMORIA la define el DRAE como: Facultad psíquica por medio de la cual se retiene y recuerda el pasado / En la filosofía escolástica es una de las potencias del alma / Exposición de hechos y datos refe- rentes a determinado asunto / Estudio escrito sobre alguna materia / Monumento para recuerdo de algo / Relación de acontecimientos que se escriben para ilustrar la historia / Libro, cuaderno o papel en que se apunta algo para tenerlo presente/ Saludo o recado cortés o afectuoso a un ausente por escrito o por medio de tercera persona / Dos o más anillos que se ponen de recuerdo para hacer algo, soltando uno de ellos para que cuelgue del dedo.
OLVIDO: Es la parte oscura, la otra parte de la memoria, aquello que procuramos olvidar porque nos duele o entristece. Hay en nuestra historia reciente muchas causas por las que se ha producido el olvido. Unas veces voluntario pero las más de las veces porque no ha quedado más remedio para vivir y trans- mitir la vida y sobre todo por temor.
El OLVIDO lo define el DRAE como: Cesación de la memoria que se tenía / Cesación del afecto que se tenía / Descuido de algo que se debía tener presente / Dejar de tener en la memoria es enterrar en el olvido o hacer olvidar.
Estas dos palabras MEMORIA y OLVIDO en sus acepciones aquí planteadas me darán pie para ir hablando de la MEMORIA HISTÓRICA y la necesidad que tenemos de que nuestro cuerpo social recupere la memo- ria de lo que fuimos y lo que de verdad pasó. Si queremos saber quienes somos, hacia dónde queremos ir y si queremos ser forjadores de nuestro futuro o que nos lo impongan, al mismo tiempo que reclama- mos y aceptamos la verdad, la justicia y la reparación necesarias para curar las heridas que tenemos en nuestras ánimas.