El yacimiento arqueológico de Acinipo, uno de los más importantes de Andalucía pero peor conservados, ha sufrido un nuevo asaltado por parte de los expoliadores. En concreto, la entrada al recinto tuvo lugar el pasado día 7 de diciembre, aunque hasta ahora no había trascendido la información.
En este sentido, fuentes próximas a los hechos han explicado que han sido “bastantes” los agujeros que fueron localizados, tanto en interior de la zona delimitada del yacimiento, como también en los alrededores. Una entrada que se produjo durante la noche de aquella jornada, aprovechando de este modo la falta de vigilancia existente en el lugar.
Estas mismas fuentes han explicado que durante el día sí se cuenta con la presencia de dos guardas, aunque por las noches la vigilancia desaparece y queda a expensas de las patrullas de la Policía Nacional y de la Policía Local de Ronda. De hecho, en varias ocasiones se han realizado servicios coordinados para evitar nuevos asaltos.
En cuanto a los objetos robados, es prácticamente imposible determinar qué han podido encontrar, aunque el principal objetivo son los objetos metálicos de época romana. En concreto, monedas, pulseras, puntas de flecha o anillos son algunos de los objetos más buscados, dada su fácil salida al mercado negro. Además, los detectores de metales que suelen utilizar también facilitan la localización de los mismos.
Los hechos ocurridos ya han sido comunicados a la consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, que es la responsable de la gestión de este yacimiento arqueológico, situado en la zona de Ronda la Vieja.
Mientras tanto, el delegado municipal de Cultura, Daniel Harillo, ha pedido a Cultura que se extremen las medidas de vigilancia, en especial durante la noche, aunque también se pide que se aumente el control por parte de los guardas que actualmente desarrollan allí su trabajo.
Harillo considera que no puede recaer todo el “esfuerzo” para tratar de dar un mayor control a la zona en el Ayuntamiento de Ronda, al tiempo reclama que se aumente la presencia de efectivos del Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil. No obstante, este cuerpo de seguridad no tiene la competencia directa sobre la vigilancia de la zona, matizan fuentes de la benemérita.
Ya el pasado año se produjeron nuevos asaltos en el yacimiento, que hicieron que los diferentes cuerpos de seguridad pusiesen en marcha un plan conjunto para evitar nuevas expolaciones, aunque tras una período de calma parece que la tranquilidad ha terminado en el recinto.