Desde hace unas semanas, tenemos en nuestro ayuntamiento de Ronda el “Estudio informativo del Proyecto de líneas de altas prestaciones entre Antequera y Algeciras” y especialmente del tramo Antequera-Ronda.
En él aparecen dos alternativas diferentes y, como siempre que se ofrecen dos caminos a seguir, ambos tienen sus pros y sus contras y, por tanto, no sabemos por cual decidirnos.
A la vista de los planos del citado estudio, se vienen a la memoria las dificultades que, según hemos leído, tuvo nuestro consistorio allá a finales del siglo XIX para conseguir que el ferrocarril pasara por Ronda y tuviera una estación en las proximidades de lo que en aquel entonces era el casco urbano de la ciudad. Y el apoyo que a ello aportó el ingeniero francés encargado del proyecto D. Carlos Lamiable a quien, en agradecimiento, dedicaron la plaza principal de la ciudad (hoy del Socorro).
En aquella época era vital para la ciudad que el tren llegara a pocos cientos de metros de los límites urbanos: los desplazamientos complementarios previos (o siguientes) a (o desde) la estación ferroviaria, había de hacerse a pie o en caballería. Y por eso se construyeron finalmente esos dos grandes bucles que forma el ferrocarril a su paso por Ronda y Arriate, para volver a escasos quilómetros de Parchite, y enfilar nuevamente el camino hacia Algeciras.
Se estuvieron barajando otras posibilidades, fuera incluso de nuestra comarca pero, afortunadamente para Ronda, la que se llevó finalmente a cabo fue la que conocemos en la actualidad, pese a sus dificultades.
Pero hoy corren otros tiempos. Ahora prima la velocidad a largo recorrido y los desplazamientos complementarios más cortos en coche o autobús. Y si, además, tenemos en cuenta que el interés nacional de esta línea está en unir Madrid con Algeciras (por razones obvias), creo que la opción con más futuro sería aquella que contempla una línea de alta velocidad en toda regla desde Antequera hasta Ronda en este estudio actual (Santa Ana – La Indiana), a 350 kilómetros por hora, que deja las puertas abiertas a una segunda fase hasta Algeciras.
La línea de la segunda opción (de trazado similar al existente y estación actual), a 220 kilómetros por hora hasta nuestra ciudad, y manteniendo luego las cerradas curvas de Ronda y Arriate tal cual están, supondría un retraso que, aunque no considerable en el trayecto Antequera-Ronda, representaría una especie de paréntesis en el futuro trazado final del eje Madrid Campo de Gibraltar.
Si miramos otras líneas AVE ya existentes en España y en nuestra comunidad andaluza vemos que, salvo las estaciones final de trayecto como son las de Santa Justa en Sevilla o María Zambrano en Málaga, las intermedias quedan a grandes distancias de sus núcleos urbanos principales (en el caso de Antequera, su estación de AVE de Santa Ana está a unos 20 kilómetros de dicha ciudad).
Lógico que en cualquiera de las soluciones existirán intereses particulares beneficiados y perjudicados (y medioambientales, por supuesto), pero también los habría hace más de un siglo y, gracias a que se superaron, tiene actualmente Ronda su ferrocarril.
Por tanto creo que podríamos darnos con un canto en los dientes si en el futuro contara Ronda con una estación de AVE (llámese La Indiana o como tenga que llamarse) y no permitir que pueda derivarse en otras soluciones que están en la mente de todos, y que sí dejarían a Ronda, esta vez, sin tren.