Opinión

Lo difícil es salir (Manuel García Hidalgo)

Hay multitud de situaciones y parcelas en la vida de las personas en las que hasta dicho popularmente es fácil de entrar pero en cambio es muy difícil salir.

Esta último fin de semana he tenido la ocasión de participar en unas jornadas de neurociencias celebradas en Granada cuyas ponencias han sido llevadas a cabo por expertos que tratan del comportamiento del cerebro y su alteración por motivos distintos, especialmente por la ingestión de sustancias psicoactivas. Naturalmente este no es un artículo para demostrar nada pero si para sacar conclusiones para lo cual aceptamos como válido lo dicho y expuesto. La neuroimagen es capaz para entendernos como de fotografiar el cerebro y concluir que tiene plasticidad y cambia según uso y alimento que le demos, entiéndase el alimento como los estímulos que lo hacen funcionar. Esto quiere decir que hay partes del cerebro con misiones distintas y cada una de ellas puede estar mejor o peor acondicionada para la misión que le corresponde en la compleja maquinaria; por poner una ejemplo tomemos por caso la palabra Euro, tan simple y usada diariamente, pues encontramos a gran número de personas mayores a las que su cerebro no le da para decirlo correctamente, o ¿qué francés es capaz de usar la “rr” tan común en nuestro idioma? En ambos casos e infinidad de otros se patentiza una falta de ejercicio mental para cada palabra en su caso. El uso y consumo de estímulos en el cerebro ya sean provenientes del entorno o por ingestión de sustancias produce un cambio en el pensamiento de los autores, como consecuencia del cambio de pensamiento, cambia la conducta y este cambio hace que el cerebro se valla modelando según estas conductas. Podríamos resumir concluyendo que no solamente cambian las conductas, sino también nuestra manera de pensar y de vivir e igualmente nuestra cabeza también paralelamente va cambiando y adaptándose a todas las situaciones nuevas que por muy extrañas que sean, se ven naturales. Esta plasticidad del cerebro es mucho mayor a edades más tempranas y diríamos tanto más maleable cuanto más inmaduro, todos sabemos que de mayor es más difícil cambiar.

¿Cual es el gran problema que se presenta a la hora de reconsiderar nuestros pensamientos y por tanto nuestras acciones y formas de vivir? – Si el cambio en el pensamiento nos cambia la conducta y con ella hemos cambiado el cerebro, para restituirnos del mal tendremos que operar el proceso inverso Para cambiar la forma de pensar y por tanto de vivir, algo tendremos que cambiar en nuestro cerebro. En general nos tropezamos en la madurez con la dificultad de modelar algo rígido que fue elástico y maleable. De sobra es sabido que la formación en las personas es útil y provechosa para resolver, moldear, situaciones durante la vida futura, es como tener un cerebro lubricado o un ordenador capaz de abrir muchos programas distintos.

Los médicos en especial los psiquiatras recurren demasiado a la farmacia para curar los males de sus pacientes, problemas de origen psíquicos que generan alteraciones funcionales, estando en el origen de todo un cierto desgobierno mental.

Con mucha razón se dice que en la escuela se aprende a aplazar las recompensas, y ciertamente en esa época no hay fruto inmediato en el trabajo, pero sí aunque no se aprecie se está ejercitando y por tanto modelando el cerebro, para que entre otras cosas podamos decir Euro y miles de cosas más con mucha claridad.

Para encontrar solución a los problemas psíquicos, las personan se agrupan en asociaciones de gentes que padecen los mismas males y el arma fundamental es la terapia que llega a tener tanta importancia hasta el punto que sin ella, en muchos casos, no hay cura posible, sencillamente porque el único que lo entiende es el que lo padece.


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