Para el equipo de gobierno que conforman en nuestra ciudad populares y andalucistas parece llegado el momento de la verdad en el que tendrán que empezar a tomar decisiones sobre proyectos fundamentales para el devenir de la Ciudad del Tajo. Donde unos y otros tendrán que poner mucho de su parte para intentar sacar adelante los problemas de la ciudad, graves se miren desde donde se miren, sin que trasciendan en demasía las diferencias ideológicas o personales que puedan estar surgiendo entre dos formaciones que salieron triunfadoras de las pasadas elecciones. Ahora deben estar a la altura de la confianza que los ciudadanos les depositaron en las urnas hace menos de un año.
El apoyo municipal al centro de Visitantes, proyecto tan necesario como urgente, puede ser una piedra de toque ideal para calibrar la capacidad de diálogo entre PP y PA, que aunque disimulen en sus declaraciones están bastante distantes en algunos puntos y sobre todo entre algunos de los que podemos considerar “pesos pesados” de ambos partidos que ahora tendrán que sentarse, hablar y tomar una determinación que sea lo más positiva para los intereses de todos olvidando promesas más o menos electoralistas que cualquiera de los partidos haya hecho a los inversores interesados.
En las grandes decisiones es donde se puede calibrar los comportamientos de los grupos políticos y tanto populares como andalucistas tiene la mejor ocasión para demostrar que los que les unió para formar equipo de gobierno no era una solución antisocialista, que en parte lo era, sino una propuesta diferente en el que el personalismo, el amiguismo y el nepotismo pasaban a segundo plano para buscar las mejores soluciones para unos rondeños que las quieren ya, y que en muchos casos las necesitaban ayer.
La lectura positiva del caso. es que en la peor de la circunstancias Ronda sigue mostrando un atractivo insuperable que hace que los inversores se sigan interesando por la Ciudad del Tajo, algo que debe hacernos reflexionar a todos grupos de la oposición incluidos en el lote.