Gran corrida Goyesca la que tuvo lugar este sábado en Ronda, que se saldó con la salida a hombros de los tres matadores que tomaron parte en ella: José María Manzanares, Cayetano Rivera y “El Juli”, tras cortar tres orejas cada uno. La plaza de la Real Maestranza de Caballería presentó como cada año un lleno a rebosar, fruto de la expectación que este festejo genera en todo el país.
Se lidiaron toros de la ganadería de Núñez del Cubillo con buena presentación y desiguales en su juego, presentando la mayoría de ellos complicaciones para los matadores que en líneas generales estuvieron por encima de sus enemigos. El primero de los sobreros que pidió José María Manzanares se lesionó en la columna, por lo que tuvo que salir un octavo toro para el diestro alicantino. Excepcional el cuarto de la tarde, de nombre “Pegajoso” y que dio la vuelta al ruedo como premio a su bravura.
Julián López “El Juli” estuvo muy por encima de su enemigo en el toro que abrió la plaza, un ejemplar bien presentado pero que nunca se entregó a la pelea y al que el diestro madrileño sacó lo mejor de la escasa colaboración que le ofreció el ejemplar de Núñez del Cubillo. “El Juli” consiguió unas meritorias series de muletazos y mató tras pinchazo y estocada recibiendo por su labor una merecida oreja.
El segundo fue un toro complicado, bronco en la embestida y que en ningún momento facilitó la labor de José María Manzanares, que demostró su excepcional momento de forma consiguiendo algunos muletazos de gran calidad y pasaportando a su enemigo de una sensacional estocada y logrando el premio de una oreja más por su trabajo que por las facilidades ofrecidas por el complicado segundo de la tarde.
Cayetano Rivera Ordóñez también estuvo por encima de las cualidades del tercero de la tarde y se entregó plenamente para sacar el poco lucimiento que ofrecía el de Núñez del Cubillo, que acusó falta de fuerzas aunque demostró clase en sus embestidas por el pitón derecho. Lo mató de una estocada en la suerte contraria y al igual que sus compañeros cortó una merecida oreja a un toro que el mismo diestro calificó de complicado para el lucimiento.
El cuarto de la tarde, “abrochao” de cuernos pero sensacional a la hora de la embestida, respondió a las expectativas que sobre él había creado el propio ganadero, Álvaro Núñez Benjumea. “El Juli” correspondió con una faena en la que se sintió muy a gusto sacando unos naturales de excelente calidad. Faena con mucha ligazón, con unos cambios realmente espectaculares en la que el madrileño completó una tarde redonda. Mató de pinchazo y estocada en la suerte contraria y su labor mereció las dos orejas que le concedió la presidencia, en la que se estrenaba Juan Harillo.
El quinto de la tarde fue un toro que no ofreció la más mínima oportunidad a un motivado Manzanares que por más que lo intentó no consiguió sacar partido a un enemigo corto de fuerzas y sin claridad en su acometida. El alicantino lo pasaportó de una buena estocada y recibió una merecida ovación del respetable.
El sexto de la tarde fue un animal brusco, sin demasiadas fuerzas, ante el que Cayetano demostró sus extraordinarias cualidades sacando algunos muletazos de verdadero mérito, lo que fue muy agradecido por un público entregado a un matador que en su reaparición se ha mostrado totalmente recuperado de la lesión que le ha tenido alejado de los ruedos las últimas semanas. Mató de una sensacional estocada y recibió dos orejas que ofreció a la Duquesa de Alba.
Manzanares tenía ganas de sacarse la espina de haber pechado con el peor lote de la tarde y para ello pidió el sobrero, que en este caso fueron dos porque el primero de ellos se lesionó gravemente. En el segundo cuajó una excelente faena que fue premiada con dos orejas. El alicantino se mostró muy sobrado con un toro muy exigente. “Me ha permitido transmitir al público mí toreo y creo que lo han entendido en una tarde que las cosas no me iban saliendo demasiado bien”, declaró tras el festejo.
Tras su faena, Manzanares recibió el abrazo de sus compañeros de terna y el de Francisco Rivera, empresario de la plaza, que mostraba igualmente su alegría por como se había desarrollado el sensacional festejo, que según comentó “es difícil de mejorar”.
