En picos, palas y azadones me he gastado cien millones…
De esa forma comenzaban las cuentas de Gonzalo Fernández de Córdoba, que pasaría a la historia y casi a la leyenda como el “Gran Capitán”, y parece que el afortunadamente para muchos, ex alcalde de Ronda, Antonio Marín, quiere emular las gestas, cuando menos contables, del que fuera virrey de Nápoles, y en un alarde de ingeniería financiera nos ofreció las cuentas del Ayuntamiento rondeño presentadas “cuidadosamente” en un folio del PSOE, escritas a bolígrafo y firmadas por Toti, como si con ello se garantizara la fiabilidad de las mismas.
Sin entrar a valorar la veracidad de las cuentas presentadas por el concejal de la oposición, cargo al que Marín parece querer abonarse para muchos años, hay que decir que los números son cuando menos inexactos, atribuye ingresos de corcho por valor de 141.000 euros que no se han ingresado, entre otras cosas el empresario había pedido una reunión con Marín para intentar aplazar el pago, y sobre todo realiza una lectura un tanto sectaria de los ingresos que el Ayuntamiento rondeño recibirá en estos días, dando a entender que son frutos de su gestión, tan valorada por los rondeños en las pasadas elecciones que le dejaron con 7 de los 16 concejales con los que gobernaba nuestra ciudad en los últimos tres años.
Marín dice que “deja” 549.000 euros del fondo estatal, como si eso fuera una concesión suya y no una obligación del estado con Ronda, sea cual sea la persona que ocupe la alcaldía, o 832.000 € del aprovechamiento de los Merinos, tampoco ingresados el día en que el concejal socialista daba esas peculiares cuentas, y que en todo caso son fruto del acuerdo firmado en su momento por José Herrera, el ex sólo se acuerda de sus antiguos socios del PP cuando le interesa para decir que gastaban mucho, o los ingresos por parking y otros, que Marín Lara cifra en cuarenta mil euros, sin contar que por ejemplo en el parking del Castillo se han contratado hasta 11 trabajadores, algunos muy cerca de la fecha electoral y que estarán como otros muchos a la espera de que esos números de tertulia de Marín sean una realidad y puedan cobrar su nómina como les corresponde.
Mientras el ex alcalde, ahora portavoz interino del PSOE, veremos cuanto dura en esa responsabilidad, sigue viviendo su mundo virtual y atacando con su zafiedad habitual a las nuevas regidoras, “para concejales pueden servir pero para la alcaldía no” la realidad del Ayuntamiento es tozuda y será la cámara de cuentas la que diga la última palabra. Seguro que lo que no hará ese informe es felicitar a los anteriores regidores por mucho que le duela al ex, que bien hará en reciclarse en la oposición si quiere sobrevivir en un mundo donde los perdedores tienen poco recorrido.
Por cierto, para que las cuentas cuadren del todo, le recuerdo que me sigue usted debiendo un café.