Opinión

El PICHA y el PSOE están gafados (Antonio Sánchez Martín)

Según ha podido conocer esta redacción de fuentes bien informadas, el PICHA, el Partido de los Interesados Concejales Huidos del Andalucismo, está gafado y se encuentra sumido en una preocupante racha de mala suerte desde aquel 11 de junio del 2009, cuando sus nueve concejales se pasaron al PSOE (Partido que Solía Ofrecer Empleo). Desde esa fecha, y pese a prometer sus dirigentes “Paro Cero” en Ronda, la cifra de parados en la ciudad se ha disparado hasta 4569 desempleados, según los datos oficiales publicados esta misma semana.

Ante las graves consecuencias electorales provocadas por esta desastrosa situación y tras conocer los resultados de los últimos sondeos de intención de voto, -según los cuales el Partido Popular alcanzaría con holgura la mayoría absoluta, incluso en Andalucía-, destacados miembros de la dirección regional socialista ya han comenzado a pelearse entre sí y han dimitido, poniendo de este modo en evidencia la gravedad de la crisis interna desatada en el seno del PSOE.

Ante tan negro panorama y la imposibilidad de colarse en algún ERE de la Junta donde prejubilarse anticipadamente, y temiendo que después de vivir de la política durante toda su vida ahora puedan verse en la calle y sin derecho a paro, algunos altos cargos, concejales y demás ralea política de este partido podrían interponer una demanda laboral por “daños y perjuicios” y “despido improcedente”. Destacados socialistas, como Manuel Chaves, -que en el programa “Tengo una Pregunta para Usted” cifró sus ahorros en apenas tres mil euros (medio kilo de las antiguas pesetas)-, se encontrarían en una delicada situación al no superar los treinta y ochos años de cotización mínima que se exigen ahora para cobrar una pensión.

Incluso el propio Pepe Luis Rodríguez Zapatero, ante la posibilidad de que él también sea un gafe de padre y muy señor mío, ha renunciado a su reelección como Presidente del (Des)Gobierno de España, y ha anunciado que no volverá a ser candidato socialista en las generales del 2012, dada la gravedad de la crisis económica en la que ha desembocado aquella “suave desaceleración” de la que hablaba ingenuamente hace cuatro años, y tras comprobar que ni se ve la luz al final del túnel, ni se observan brotes verdes por ningún lado, y que España, lejos de ser la campeona de la Champions League de las economías europeas, ha descendido por su culpa a segunda división.

Así las cosas, y volviendo a nuestra ciudad, la preocupación crece por días entre los cargos de confianza del PICHA y del PSOE (coalición que integra el actual gobierno municipal), que ante tan negro panorama verían muy difícil su “reconversión” laboral a gerentes en algún consorcio comarcal, o a recolocarse como directivos en alguna empresa pública de las múltiples creadas por la Junta de Andalucía durante los treinta años ininterrumpidos de gobierno socialista; si finalmente se cumplen los pronósticos, y tal como vaticinan las encuestas los socialistas pierden la mayoría absoluta y pasan a la oposición el próximo 22 de mayo.

Rosa Iglesias, (-que no es rosa, sino clavel-), una destacada proletaria rondeña tan socialista que hasta lleva el apellido del fundador del partido, ha declarado en rueda de prensa que “sufre una profunda crisis de ANGUStia porque ve “patos” por todos lados” (-patos no, “PACTOS”, la corrige su médico-). Asimismo, algunos de sus compañeros de partido han declarado que a menudo “ven en sueños una cinta inaugural pero no encuentran las tijeras para cortarla”, o que tienen pesadillas donde se quedan encerrados en la cabina del parking donde trabajaban antes de vivir de la política.

Éstos son sólo algunos de los síntomas típicos de esta nueva patología, a la que destacados psiquiatras ya denominan la “depresión del día después de la derrota electoral”, que puede llegar a provocar graves consecuencias en los afectados, como el conocido “síndrome del convidado sin cuchara”, que causa un fuerte síndrome de abstinencia en los ex concejales que lo sufren cuando éstos se dan cuenta de que ya nadie les invita a ningún ágape, y que en los casos más graves incluso puede necesitar medicación y terapia de grupo para superarlo.

Y en el colmo de la mala suerte, como a perro flaco todo se le vuelven “pulgas” (pulgas trasnfugadas de otros perros, naturalmente), ahora resulta que el día en que se celebran las elecciones municipales, el próximo veintidós de mayo, suma trece. Y si no, echen cuentas: 2+2+5+2+0+1+1, igual a trece. O, si lo prefieren, 22+5+2011 son 2038, y 2+0+3+8 también suma trece. Es lo que tiene la propiedad conmutativa de la suma, que da igual el orden de los sumandos, te pongas como te pongas.

Lo que no tiene por qué ser conmutativo, a mi entender, es que a los votantes rondeños les dé igual que los votos andalucistas de hace cuatro años se los llevara el PICHA y acabaran en el PSOE. El fin nunca justifica los medios, como pretenden los tránsfugas, ni los parabienes prometidos cuando se transfugaron en socialistas se ven por ningún lado. Bromas aparte, del prometido “Paro Cero” en Ronda ya vamos por 4569 parados, que son muchos parados… casi cinco mil personas que no sólo no llegan a fin de mes, sino que ni siquiera logran comenzarlo.

Pese a todo, el gobierno municipal del PICHA y del PSOE presume de haber creado más de 1000 puestos de trabajo, cuando la realidad se parece más a como lo cuenta el cómico José Mota: “Las ovejas que entran, por las que salen”, y la tasa real de creación de empleo de los planes municipales no va más allá de un centenar de trabajadores, pues al ser contratos de treinta días, al mes siguiente devuelven al INEM a los parados contratados el mes anterior. Y al final, lo mismo da, que lo mismo tiene. O sea: ruina total. Nos vemos el 22-M. Acuérdese.


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