No es nuevo el problema de los excrementos en los jardines de la ciudad de Ronda, convertidos en algunos casos en verdaderos centros de acumulación de deposiciones de perros. Lugar preferido por los dueños cada noche, para evitar tener que recoger las heces de la calle como recoge la normativa municipal.
De hecho, los jardines municipales están llenos de carteles que advierten de esta prohibición y de las denuncias que se interpondrán a aquellos ciudadanos que la incumplan. No obstante, las indicaciones no parecen ser persuasivas y el problema ha alcanzado a la plantilla de jardineros municipales, que han decidido plantarse y no cortar el césped de algunos de los jardines donde la acumulación de excrementos es excesiva, según confirmaron fuentes municipales.
La decisión de los empleados municipales habría tenido una respuesta inmediata por parte del alcalde de Ronda, Antonio Marín Lara, que abrió un expediente disciplinario a los jardineros municipales que se han negado a realizar los trabajos de corte del césped. El regidor aseguró que tras realizarse una limpieza de las defecaciones por parte de Soliarsa, los jardineros habrían persistido en su actitud de no realizar el trabajo encargado.