Los padres y madres de los alumnos del colegio Miguel de Cervantes han vuelto a denunciar el mal estado de las instalaciones del centro. Y es que estas presentan graves deficiencias, hasta el punto de haberse tenido que cambiar algunas aulas por las inundaciones que sufren en cuanto la lluvia hace acto de presencia. Además, también existen tejas sueltas en los bordes del tajado, que representan también un peligro para los alumnos.
Además, las madres han expresado su preocupación por la aparición de roedores en el patio donde juegan los alumnos de Educación Infantil, algo que achacan a unas alcantarillas situadas muy próximas a dicho patio, y que han causado la alarma tanto en los padres de los más de 700 alumnos que cursan sus estudios en este colegio como entre el propio profesorado, que ha mostrado su inquietud por la situación del centro.
En este sentido, su directora, María Jesús Becerra, aseguró a este periódico que ha remitido "siete u ocho cartas" a la delegación de Educación del Ayuntamiento de Ronda. "Hasta ahora la respuesta que hemos recibido es la presencia del primer teniente de alcalde en el último consejo escolar”. En el mismo se presentó un presupuesto para arreglos de unos 36.000 euros, aunque hasta el momento no se ha iniciado ninguna actuación.