La visita del Papa a España de esta semana pasada ha dado para hablar de muchos y muy variados temas. No ha habido conversación que se precie sin que se haya dado alguna opinión sobre el tema, y es que las barras de los bares dan para casi tanto como las tertulias que tan de moda están en las muchísimas cadenas que tenemos con la TDT.
En una de estas charlas con unos amigos surgió la pregunta que muchos se han planteado ¿es posible hoy en día ser cristiano con la qué está cayendo? Un compañero preguntaba esto ante los casos de pederastia y la razón de siempre, el tema del dinero que tiene la Iglesia y el despilfarro que por parte de algunos supone la vida que lleva el Papa y los altos cargos que tiene la Iglesia en su Estado, llamado Vaticano.
La respuesta es a la gallega ¿se puede ser demócrata actualmente tal como está ésta en España? Porque la respuesta es que si se puede confiar en que la Democracia es el mejor sistema que conocemos, qué respondió aquél, con todos los casos de corrupción que tenemos en este bendito país, amén de los altísimos sueldos y las costosísimas dietas que cobran nuestros políticos por asistir a reuniones que llevan en el cargo entonces ¿se puede ser demócrata y se puede ser cristiano? Todos los sistemas como todas las asociaciones tienen sus pegas, y a las pruebas me remito.
Conozco amigos que son de izquierdas y católicos, otros son de derechas y republicanos y así podríamos seguir. Lo verdaderamente importante no es lo que sea uno sino la forma que tenemos unos y otros de respetar a los demás. Las ideas de cada uno son suyas y para él son importantes, pero lo más necesario es saber defenderlas sin atacar al otro, el respeto entre personas con diferentes ideas o credos es lo único que nos puede hacer crecer a todos, como personas y como pueblo.