A fuerza de escuchar las ruedas de prensa con las que día sí y día también nos obsequian los componentes del equipo de gobierno uno se va creyendo que mañana o pasado un día como el soñado por un amigo mío puede ser realidad en cualquier momento.
Me contaba el ilusionado colega que por la mañana se había levantado, cogido su coche y en un par de minutos llegaba por una recíen estrenada autovía a los flamantes campos de golf de los “Merinos” donde tras jugar unos hoyos con un grupo de amigos había tomado un delicioso aperitivo en los salones del hotel de un montón de estrellas allí instalado, para posteriormente dirigirse a las instalaciones de la Ciudad Deportiva, donde tomó un café en uno de esos bares americanos que se encontraban abarrotados de padres que veían a sus hijos practicar deporte o juguetear en esos parque ubicados en el recinto. Tras recoger a su hijo, que salía de las clases de natación impartidas en la nueva piscina cubierta, juntos se dirigían al cercano Eroski, que a esa hora era un hervidero de gente, para comprar unas cosas de última hora que le había encargado su mujer, y que servirían de cena para una cuñada que llegaba en el AVE desde Madrid esa misma tarde, y a la que recogió en la estación puntualmente.
Esto, que no es más que el sueño de un amigo, parece que se ha convertido en una realidad para nuestros dirigentes actuales que hablan de estos proyectos como si ya fueran hechos consumados, obviando que la realidad objetiva nos habla de que el crecimiento del paro sigue su marcha. Los 6 parados menos de este mes son un dato poco esperanzador teniendo en cuenta que el plan de empleo municipal, uno de los aciertos de Marín Lara, ha recuperado por un mes a 102 trabajadores del desempleo.