Esta semana hemos conocido que las cooperativas cerealistas de la Serranía de Ronda se han unido para vender su trigo de forma conjunta. Por una vez, han dejado sus diferencias a un lado y han logrado ponerse de acuerdo. Y el fruto lo tienen ya sobre la mesa. El trigo de la presente campaña se ha vendido más caro que el de anteriores campañas, lo que viene a poner de manifiesto la importancia de estar unidos en un mundo tan competitivo, y donde las grandes empresas de comercialización suelen imponer su ley sin ningún tipo de miramiento hacia las condiciones en las que se encuentran unos agricultores que en muchas ocasiones tienen dificultades para cubrir los gastos de producción. Quizás sea el momento de seguir el ejemplo en otros sectores y poder abrir una pequeña luz en el oscuro túnel que los agricultores vienen recorriendo en los últimos años.
No sería mal ejemplo para los productores de castaña, eternamente divididos a la hora de vender su producción, y que padecen cada campaña los bajos precios, que en algunos casos han llegado hasta los 60 céntimos por kilo, que es una absoluta ridiculez. Pero si hablamos de la agricultura, casi se puede aplicar a la mayoría de los sectores que existen en la comarca rondeña.