La preocupación se extiende entre los usuarios de la conocida como ruta del colesterol, y es que el acueducto que cruza este carril en sus primeros metros, y que también cruza la vía del ferrocarril y la carretera entre Ronda y El Burgo, se encuentra cada vez más deteriorado. Incluso, algunos temen que se pueda derrumbar una nueva parte del mismo, a pesar de los anclajes y sujeciones de hierro que han sido colocadas por el Ayuntamiento ante las señales que se han detectado y que aconsejaron esta actuación preventiva.
Este monumento, de apariencia romana, aunque de origen datado en el siglo XVIII, también presenta signos de deterioro en otros puntos, y algunos de los arcos están tapados, dejando una imagen muy deteriorada, aunque se encuentran en una zona poco visible. No obstante, no es el único daño que presenta, y es que desde hace años los tramos que cruzaban la carretera y la vía férrea fueron eliminados.
Precisamente, la protección de este monumento no está clara, y aunque hay alguna petición para que sea declarado bien de interés cultural, no la tendría como tal, aunque hay técnicos que piensan que por sus características contaría con esta figura por derecho propio y podría ser aplicable en cualquier momento.
En concreto, su construcción data del siglo XVIII y hay quien se lo atribuye al arquitecto, Martín de Aldeula, el mismo que concluyó los trabajos de construcción del Puente Nuevo. Además, sus características y su modo de construcción le catalogarían como un acueducto romano, aunque fue construido muy posteriormente. Eso sí, siguiendo el sistema y la técnica de aquellos ingenieros que tantas maravillas han dejado repartidas por medio mundo y, en especial, por España.
De momento, la dudas se mantienen y la imagen que se llevan los visitantes, nada más pasar el cartel que les da la bienvenida a la Reserva de la Biosfera de la Sierra de las Nieves, es una acueducto de apariencia romana casi en la ruina, partido y de aspecto poco acorde con aquello que se vende en el exterior sobre la Serranía de Ronda, su belleza natural y su monumentalidad. Esa misma impresión se la llevan aquellos visitantes que deciden cruzar primero por la belleza natural de Yunquera y El Burgo para llegar a la ciudad del Tajo por esta carretera, alejada de los recorridos tradicionales y frecuentes desde la capital de la provincia.
Precisamente, la visibilidad del monumento es el principal de sus atractivos, y en estos momentos la primera mirada se va hacia los múltiples hierros que reflejan su situación de deterioro y el estado de conservación.
En cuanto a sus funciones, técnicos de patrimonio han explicado que su cometido no era otro que el de conducir el agua a la localidad desde el nacimiento que se encuentra en su cabecera de inicio.