Aunque en mi pasada columna prometí que esta semana daría algunas ideas sobre los nombres que se podrían poner a la Plaza que ha quedado sobre el solar que ubicaba el Cuartel de la Concepción, la aclaratoria rueda de prensa del primer teniente de alcalde sobre el asunto, ni el equipo de gobierno, ni el partido socialista, están detrás de la idea de otorgar a tan emblemático sitio el nombre de Plaza de Pablo Iglesias, el fundador del PSOE tendrá una calle con su nombre como en tantas ciudades de España, me ha hecho desistir de esa idea, pero sin alejarme mucho del lugar para rellenar mi columno, porque ahora que la Legión está celebrando los actos del XC aniversario de su fundación es bueno recordar que se cumplen igualmente 30 desde que este valeroso cuerpo llegara a nuestra ciudad.
Tiempos aquellos en que la Legión era para los rondeños una gran desconocida, tendemos a temer lo que no conocemos y ello desató ciertos resquemores a la llegada de unos hombres que con el paso del tiempo se han convertido en una pieza inprescindible en el puzzle que es siempre una ciudad.
Poco queda de aquella recogida de firmas en contra de su asentamiento en Ronda, y mucho del gran trabajo que el Tercio Alejandro Farnesio IV de la Legión ha realizado en favor de los rondeños, nunca han faltado a la hora de colaborar en labores humanitarias de todo tipo, y se han ganado con creces el cariño que los rondeños les edemuestran cada vez que tienen ocasión expresarlo en cualquier acto que este cuerpo militar realiza en la Ciudad del Tajo.
Un tercio de la vida de la Legión se ha desarrollado en Ronda y en esos 30 años los caballeros y damas legionarios han sido protagonistas para bien de muchas pequeñas y grandes historias que quedarán grabadas en la memoria de todos nosotros.