El hasta ahora responsable del área municipal de Obras y Urbanismos, Juan Fraile, no se ha hecho esperar para dar su versión sobre los hechos que desembocaron días atrás en su destitución repentina y brusca por parte del regidor municipal, Antonio Marín. A raíz de las manifestaciones del alcalde y las suyas propias se ha puesto, suponemos, tras el ordenador, y ha dado forma a una misiva dirigida al equipo de gobierno que conforman ediles del PSOE junto a los no adscritos, o sea, miembros escindidos del PA.
Si es un primer momento optó por guardar silencio y fue parco en palabras, ahora ha querido dejar claro y por escrito las posibles motivaciones que han provocado la última crisis en el consistorio rondeño y que inició como su destitución del cargo de responsable de Obras y Urbanismos, un cargo en el que, según sus propias palabras, “en ningún momento ha habido falta de atención o retrasos en los expedientes urbanísticos ni en el trabajo de la delegación”. Afirmación que se contradice con la explicación de Marín Lara en cuanto a su formulado interés de dar mayor impulso a la Concejalía y a la nece4sidad de alguien con mayor disponibilidad de tiempo para realizar este menester.
La carta del concejal destituido destila pesadumbre por el trato recibido en la ejecución de sus cometidos y habla de “ninguneo” y “humillación”. Así las cosas no eran de extrañar el conflicto y el desenlace de su destitución por decreto y la encomienda de un cargo de mucha menor relevancia, el de responsable de Relaciones Institucionales del Consistorio.
Conviene por el bien de los rondeños que las aguas tumultuosas vuelvan a su cauce en el Ayuntamiento. Y se resuelva la cuestión para que se conozcan los entresijos de lo sucedido y que la duda y las reticencias no sean caldo de cultivo entre los ciudadanos a raíz de las manifestaciones de ambos ediles. Curiosamente el percance municipal ha coincidido con la noticia de unas inminentes obras de reparación de carreteras de la comarca auspiciadas por la Diputación provincial, maltratadas por las lluvias del pasado invierno, lo que redundaría en la creación de centenares de puestos de trabajo en la zona. Si todo acaba bien en el grupo de gobierno municipal y se paran las dentelladas de la crisis que nos acucian, haciendo frente al desempleo inclemente, miel sobre hojuelas.