En Italia pasó con el Milán y la Juventus (los dos equipos más grandes de su liga) en Francia fue con el Olimpique de Marsella (uno de los que más títulos tiene) e incluso en Inglaterra ha pasado con algún que otro equipo, pero esto es España.
Durante una investigación por presunto fraude en el llamado “Caso Brugal” sobre una investigación en la concesión en el negocio de la basura al sur de Alicante, el juez que lleva el caso ha podido comprobar en unas escuchas telefónicas ordenadas por él mismo cómo el Hércules había comprado al menos un partido de fútbol durante el último año.
Ante esto la Real Federación Española de Fútbol no quiere saber nada, el Consejo Superior de Deportes le ha pedido al juez las cintas de dichas escuchas para obligar a la RFEF a que actúe en el asunto, como ha pedido la fiscalía no por propia iniciativa, pero el señor juez se niega a dárselas (juez de un Juzgado de Alicante y es posible que se niegue a dar las cintas hasta que empiece la liga con lo que no se podrá hacer nada).
Mientras la RFEF le pide a los equipos que le dejen a los jugadores internacionales para disputar un partido amistoso en Méjico cuando estos llevan apenas tres días entrenando, para beneficio de las arcas del mismo Villar que se niega a investigar fraudes, pero amenaza a los equipos que no quieran dejar a sus jugadores sino estarían incumpliendo la “ley”, la que le da dinero se supone porque la del juego limpio la incumple la RFEF.
A la RFEF y al CSD les puede pasar lo que nos pasó a un grupo de amigos que nos disfrazamos unos carnavales con bastante poca ropa, que se acercó una señora mayor y nos dijo “sospechábamos que teníais poca vergüenza, pero esta noche nos lo habéis demostrado”. Pues eso Sr. Villar y Sr. Lissavetzky, confirmáis nuestras sospechas.