La bicentenaria plaza de toros de Ronda, el Tajo, la Colegiata de Santa María la Mayor, la Casa de Don Bosco, la del Rey Moro o el Puente Nuevo son algunos de los monumentos más emblemáticos que visitaron este sábado la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, y su hija Sasha, en la que es su cuarta jornada de vacaciones en Andalucía.
Tras salir del hotel Villa Padierna, en Benahavís, en el que están alojadas, llegaron sobre las 11.00 horas a Ronda. Bajaron del vehículo oficial en la plaza Duquesa de Parcent y se dirigieron a pie a la Casa de Don Bosco, un palacete modernista construido a inicios del siglo XX, que se ubica en pleno corazón del conjunto histórico de Ronda, en la cornisa del Tajo.
Desde el palacete, en el que estuvieron durante aproximadamente media hora, se tienen unas de las mejores vistas de esta garganta de más de 100 metros de profundidad excavada por el río Guadalevín a su paso por Ronda, municipio que desde hace días se había estado preparando para recibir a la primera dama de EEUU.
Después de la visita a la Casa de Don Bosco, acompañadas por un guía turístico oficial de Ronda, pasearon por el casco histórico, cuyas calles estaban acotadas debido al fuerte dispositivo de seguridad. Así, ambas y su grupo de amigos pasaron por la plaza del Campillo y por la puerta del Palacio de Mondragón, haciendo una parada en la Colegiata de Santa María la Mayor, ubicada en la plaza del Ayuntamiento y que data del siglo XV, en la que entraron por una puerta lateral, la del Obispo.
Desde allí se dirigieron en coche a la Cuesta de Santo Domingo, que bajaron a pie para entrar en el Palacio del Rey Moro, situado dentro del recinto de la antigua medina musulmana, donde pudo ver los Jardines de Forestier; en este punto, Michelle Obama hizo algunas fotos y descansó en un banco. A continuación, entró en la mina, una empinada escalera de 365 peldaños excavada en el corazón de la roca que da acceso a un manantial que brota en el fondo del Tajo.
Subieron de nuevo la escalera y Michelle Obama estuvo conversando un rato con el dueño de la Casa del Rey Moro. Ya en coche, cruzaron el Puente Nuevo, uno de los monumentos más emblemáticos de Ronda, construido entre 1759 y 1793 y que une las zonas histórica y moderna de la ciudad salvando el Tajo.
A su paso por el Puente Nuevo y la plaza de España y, ante el entusiasmo de vecinos y turistas que coreaban el nombre de "Michelle, Michelle", la primera dama estadounidense, vestida con una blusa negra con listas blancas y un pantalón beige y con el pelo recogido, saludó con una amplia sonrisa.
Poco después, la comitiva llegó a los jardines de Blas Infante, dirigiéndose al Restaurante del Escudero, situado junto a la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería y que ofrece unas espectaculares vistas al Tajo. En este establecimiento entraron sobre las 13.00 horas para almorzar, permaneciendo en él durante aproximadamente una hora y media.
JAMÓN, YEMAS Y REGALO
Precisamente, desde este establecimiento, propiedad de los mismos dueños del restaurante Tragabuches de Ronda, aseguraron que a la primera dama le gustó mucho el jamón serrano, habiendo probado también las famosas yemas de Ronda.
De igual modo, resaltaron el trato "muy amable" que Michelle Obama ofreció a los trabajadores. Como obsequio, los dueños del restaurante le dieron un arca tallada a mano, de unos 80 años de antigüedad, que fue aceptada por la primera dama.
Una vez terminado el almuerzo, las Obama se dirigieron a uno de los más emblemáticos espacios de Ronda, como es la plaza de toros, reconocida como una de las más antiguas de España y de las más monumentales que existen.
Sobre las 15.20 horas abandonaron la plaza de toros, que alberga un museo taurino que recorre la historia de la tauromaquia, poniendo así punto final a su visita a Ronda.
Aunque fue mucha la expectación que suscitó la visita de la primera dama de EEUU, como lo demuestra que numerosos vecinos y turistas la siguieran en su recorrido por la Ciudad del Tajo, pocos pudieron verla y apenas unos minutos, debido al férreo dispositivo de seguridad.