Perplejos nos hemos quedado esta semana tras conocer que los supuestos molinos del Tajo, que todo el mundo atribuye al Ayuntamiento de Ronda, resulta ahora que son de una asociación tras ser cedidos por al Fundación Sevillana en el año 1994. De no existir nada que revoque dicha cesión, resulta incomprensible que se hayan ejecutado sendos proyectos sobre edificios que no son municipales sin el consentimiento de la propiedad, como todo hace indicar que ha ocurrido.
Dicho esto, hay que quitarse el sombrero ante los integrantes de la asociación, que han decidido no crear un mayor problema y tampoco llevar a los tribunales al Consistorio por este hecho, y es que consideran que tampoco van a ganar nada con ello. Eso sí, ahora alguien debería pedirles disculpas y sobre todo permiso para finalizar el albergue y el hotel proyectados. No obstante, la historia es digna de guión de película, con uno de los socios en plena inauguración sin invitación y viendo qué habían hecho en el edificio de su asociación.
Desde luego, la asociación para la Promoción y el Desarrollo de la Serranía de Ronda ha dado un ejemplo de seriedad y responsabilidad.
Quizás los políticos tengan algo que aprender, y decimos todos, porque todos tuvieron responsabilidad de gobierno mientras la sorprendente situación se producía. ¿Qué diría el recordado Paco Martínez Soria?