Les adelantamos esta semana que Fiestas prepara un drástico recorte para la próxima Feria de Pedro Romero, y eso, con los tiempos que corren, es una medida de agradecer.
La contención del gasto público debe llegar a todas las áreas del consistorio, aunque ésto del recorte debe ser mirado con lupa y tener muy en consideración dónde quitamos. Un concierto puede ser un gasto innecesario, pero si es una actuación que atraiga a público se convierte en una inversión muy rentable para todos. Tanto para el Ayuntamiento que recupera lo invertido, como la los empresarios que ganarán dinero. Sin olvidarnos de los agradecidísimos fans del artista en cuestión. Además, también contrasta un poco que se recorte en las grandes ferias de la ciudad y volvamos a la vieja tendencia de potenciar las ferias de las barridas, con todos nuestros respetos para ellas. Pero en tiempos de crisis no parece que sea la mejor de las opciones. Esta semana tenemos un ejemplo claro. El pasado año la Dehesa no tuvo feria de San Antonio por la crisis. En 2010 sí la tendrá y a lo grande, con el concierto de Manuel Orta incluido. Si tenemos un criterio deberíamos aplicarlo de forma general y sin excepciones. A no ser que las próximas elecciones municipales tengan algo que ver en toda esta cuestión, aunque queremos pensar que ha sido un error de cálculo por parte de los responsables de la delegación municipal de Fiestas de nuestra ciudad.