La viticultura es uno de los sectores que mayor crecimiento ha experimentado en la Serranía de Ronda, donde son casi una veintena las bodegas que se encuentran funcionando. Además, existe un considerable número de agricultores que han realizado plantaciones de viñas, que se unen a las propias de las bodegas, y que suman más de 200 hectáreas en pleno rendimiento, aunque se espera que este número vaya aumentando en los próximos años.
El resurgimiento de los vinos rondeños también ha conllevado de forma conjunta un nuevo vivero de creación de empleo, aunque la mano de obra especializada no es mucha la existente en la comarca, lo que hace que vengan cuadrillas de provincias vecinas, especialmente de Cádiz, para cubrir las necesidades en las épocas de mayor volumen de trabajo, como la poda o la recogida de la uva.
Este hecho llevó al Ayuntamiento de Ronda a poner en marcha un curso de formación profesional en viticultura, girando de este modo hacia un sector alegado de los cursos habituales, que estaban relacionados con la construcción, como albañilería o carpintería metálica. De momento, los primeros ocho alumnos ya se encuentran en un período avanzado de aprendizaje y tienen claro que pueden tener una salida laboral en este sector. “Es un trabajo que no conocía y me gusta mucho, espero poder encontrar un trabajo cuando termine”, señalaba una de las alumnas. A su lado, otra compañera se mostraba igualmente ilusionada, “me gusta mucho, quiero trabajar en ésto”, señalaba.