“Mamá, quiero ser pastelero”. Eso salieron diciendo ayer algunos de los pequeños que participaron en el curso de chocolate que organiza el maestro pastelero rondeño David Verdú en su pastelería Daver, donde muchos pusieron en práctica sus habilidades en el arte de la creación de pasteles y bombones.
Los más pequeños tuvieron la oportunidad de conocer algunos de los secretos para configurar un buen chocolate y hacer la combinación perfecta para fabricar bombones, que luego pudieron llevarse a su casa como parte de su particular remuneración por las horas de trabajo realizadas. Los conocidos como bombones roca, rellenos de almendra, fueron uno de los triunfadores del curso.
No dudaron un solo instante en remangarse y comenzar la manipulación del ansiado chocolate, sobre el que descubrieron algunas de sus cualidades, como las ventajas que tienen el consumirlo en su justa medida o las bondades en materia de salud que se le atribuyen, algo totalmente desconocido para los improvisados pasteleros.