Será porque ha pasado por una pequeña crisis, al menos eso dicen en la tele, pero el caso es que le ha dado por arreglarse el físico. Teniendo en cuenta que una princesa necesita, como decían “la mujer del rey no sólo tiene que ser pura, también tiene que parecerlo” pues a ello se ha puesto, a arreglarse todo lo que había que reparar.
Los medios, que están un poco aburridos, se ve que algunos se aburren tela, se han dedicado a despellejar si es verdad o no que se ha operado. Que si la nariz, que si las orejas, que si se ha subido los pómulos, que si se ha quitado ojeras (no se de qué, porque madrugar madrugará poco) lo único que si parece claro es que se ha operado los pechos, se ha puesto una talla digna de una princesa, porque para ponerte según que vestidos necesita de algo más de lo que había para ponérselos y como sale tanto en los medios de comunicación… El día que no sale a algunas personas les falta algo.
Con la de problemas que debe tener el personal resulta que todas las discusiones van en el mismo sentido, que si se ha operado y ahora está mejor, que si no, “donde vas a parar antes tenía mejor cara, ahora parece una muñequita de porcelana o la Mariquita Pérez”, otros dicen “la nariz no le pega nada, hasta parece otra, esa no es la que conocimos”.
Y ahora para colmo la Princesa Leticia (otra que tal baila) va y también le da por hacer las mismas cosas que la verdadera Princesa del pueblo. Le da por ponerse brackets y resulta que le está quitando todas las portadas a Belén Esteban.
Ahora la discusión no es si a la ex jesulina le quedan bien las operaciones, es si la mujer de Felipe debe o no operarse. Por favor, pero ¿cómo se le ocurre a Leticia intentar quitarle el puesto de Princesa a Belén? Hasta ahí podríamos llegar, hombre.
Jose Cabello.