Esta semanas nos hemos desayunado en la prensa con un informe de profesores de la Universidad de Málaga y de la Universidad de Granada en contra de este proyecto, esgrimiendo diversos motivos, que tampoco vamos a discutir desde estas páginas, y es que ellos son supuestamente los técnicos y entendidos.
Lo que sí se puede cuestionar son las opiniones emitivas sobre la necesidad o no de hacer esta nueva carretera, lo que podría estar basado en que no la deben utilizar mucho, de lo contrario, seguramente tendrían una opinión muy distinta.
El sinuoso recorrido de esta vía, que se ha cobrado la vida de muchas personas, necesita un solución alternativa, que facilite una comunicación entre la costa y el interior mucho más cómoda. No tiene mucho sentido presentar la apuesta por el ferrocarril a Málaga o Algeciras como alternativa, cuando la mayoría de los usuarios de esta carretera van hacia Marbella o Estepona, donde no llegan el tren, y el día que lo haga la comunicación conllevaría recorrer media provincia de Málaga para llegar a punto que se encuentra a menos de 30 kilómetros en línea recta.
Mejor hubiese sido que este informe lo que hubiese propuesto fueran las correciones necesarias para que tuviese el menor impacto medioambiental posible, en lugar de poner en duda su necesidad, algo que pocos discuten en Ronda y su comarca.
Si es posible hacer infraestructuras parecidas en zonas como País Vasco o Asturias, discurriendo por parajes de eonorme belleza natural, o por el propio Parque Natural de los Alcornocales, debe ser posible hacerlo por este paraje de la Serranía de Ronda.
Por tanto, lo único que queda es pedir a la Junta de Andalucía que agilice el mencionado proyecto, del que llevamos más de una década hablando, y que contemple en la ejecución del mismo todas las medidas necesarias para proteger el medio ambiente, aunque ello conlleve un incremento en el precio de ejecución de la obra, porque también está claro que no es cuestión de destrozar un paraje natural. Por cierto, el actual trazado sería ideal para los turistas ocasionales.