Antes, dos hombres y una mujer habían entrado en la sucursal con un plan perfectamente pensado, distraer al cajero, de lo que se encargó la mujer, mientras uno de los hombres aprovechaba para buscar dinero en los cajones de las mesas y el tercero vigilaba la entrada y se preparaba para facilitar la huída.
No obstante, no habían previsto la presencia de un segundo empleado, que se encontraba en un despacho y que salió a la oficina cuando se percató de que había bastante movimiento, sorprendiendo a uno de los individuos en el momento en el que disponía a abrir uno de los cajones de las mesas que en ese momento estaban libres.
Según su propio relato, tras un pequeño forcejeo el presunto ladrón logro zafarse del empleado y huir junto con sus compinches, todos ellos de unos 45 años de edad. De momento, la Policía Nacional no ha realizado ninguna detención.