El éxito conseguido en el Torneo de Playa en Benalmádena sabe a fruto de un buen trabajo, seriamente preparado, aunque en circunstancias no muy favorables. El primer torneo de esta clase en la playa de Benalmádena, promovido y patrocinado por el Exmo. Ayuntamiento de esta villa acudieron 18 equipos de toda Andalucía, de todas las categorías, de ‘benjamín’ hasta ‘senior’. En esta última categoría estaban apuntadas las ‘tortugas’de Ronda, sin haber jugado esta modalidad del Rugby antes.
Se enfrentan siete jugadores en un campo de 40 metros de profundidad, jugando en la arena. Debido al tremendo agotamiento que produce el juego en la arena suelta, se limita el total de un partido a 20 minutos, en dos tiempos de 10 cada. Las reglas del Rugby clásico se simplifican en tal caso a favor de un juego más fluido.
Los de nuestra ciudad nunca habían practicado la modalidad de un ‘seven’, y en una sola sesión de entrenamiento el miércoles de la misma semana adoptaron el despliegue correspondiente. Con éxito.
En su grupo, ‘senior’, había en total ocho equipos, jugando primero una liguilla de cuatro encuentros y luego una eliminatoria para los puestos 1, 2, 3 y 4. Los de Ronda dieron la sorpresa, llegaron a la fase final y conquistaron el tercer puesto. Había adversarios de categoría, como el mismo CR Benalmádena, con tres hombres de la selección nacional. Otros no ofrecieron mucha resistencia a las TORTUGAS, otros había que ganarles con mucho impulso y una buena organización en el campo. Es un éxito muy respetable de los nuestros que demostraron una vez más que sus sesiones de entrenamiento nocturno las llevan con mucho entusiasmo y eficacia. Hasta cuando tienen que entrenarse en un terreno abandonado como lo es el caso ahora.
Era el primer evento de esta clase en la playa de Benalmádena, la iniciativa del Ayuntamiento es de alabar. Pero fallaron muchos detalles en el desarrollo del mismo: faltaba agua potable, no había sombra (ni para los más pequeños), no se regaba la arena antes de los partidos (se había estropeado la bomba) y se pisaba así una arena candente, el prometido almuerzo llegaba después del descanso (para los Rondeños a las 5 horas y no había para todos). Pero la buena voluntad de todos los participantes hizo del evento un gran éxito. Hay que destacar el excelente trabajo de los árbitros que dejaron los encuentros fluir y a los jugadores disfrutar de una cadena de juegos sumamente agotadores. No sorprende lo que las tortugas hicieron después de cada partido: refugiarse en el agua.
A los demás clubes andaluces les encanta el juego rondeño. Ya hay una larga lista de invitaciones por toda la región. Como dicho: un trabajo bien hecho trae fruto bueno. Ojalá puedan contar con el apoyo que se merecen.