La localidad de El Burgo vivió el pasado sábado una jornada donde la fiesta fue la gran protagonista gracias a las actividades programadas con motivo del fin de los diversos talleres que organiza la asociación de mayores de este municipio y que se celebra coincidiendo con la fiesta de la Cruz de Mayo, tradición ésta última que se recuperó en el pueblo hace algo más de una década gracias al trabajo y empeño de esta misma asociación.
Todos los vecinos se implicaron en la celebración de los diversos actos. La Cruz de Mayo fue el punto de encuentro en el centro cívico municipal, creado hace pocos años. Resulta curioso como el exorno de la cruz, además de las flores naturales propias de la zona que se recogen especialmente para este uso, incluye las manualidades que han sido el fruto del trabajo de los talleres y donde se puede ver el buen hacer de los vecinos con la pintura o los talleres de madera en los que se recuperan libros que se convierten, gracias a las manos de los vecinos, en objetos de decoración.
Por supuesto, en una fiesta como ésta, no puede faltar una buena muestra de la gastronomía típica de la zona que estuvo representada por la deliciosa sopa de ‘siete ramales’ que tiene el espárrago como principal ingrediente, y el popular ‘malcocinao’ de El Burgo.
La jornada se completó con diversas excursiones que la asociación de mayores realizó al Parque Natural Sierra de las Nieves donde quisieron invitar a trabajadores y jubilados de la entidad financiera Unicaja, como muestra de agradecimiento a la colaboración que tienen con esta celebración.
Diversas muestras de talleres de manteles pintados y trabajos con esparto y madera, completaron un día espléndido donde vecinos y visitantes disfrutaron de una jornada marcada además por el buen tiempo que animó mucho más las diversas actividades programadas.
La hospitalidad de un hermoso pueblo de nuestra Serranía en el que hay muchos rincones por descubrir es un aliciente más que importante para preparar una escapada a El Burgo.