Escribo este artículo recién oída la noticia de que Rosa Aguilar, alcaldesa de Córdoba por Izquierda Unida, ha aceptado la propuesta del PSOE para ocupar un alto cargo en la Junta de Andalucía como Consejera de Obras Públicas. Se me viene a la memoria aquel Califa de Córdoba y gran alcalde que fue Julio Anguita; felicito al PSOE porque fagocita para sí a uno de los iconos por excelencia de IU: Rosa Aguilar Rivero, con quien coincidí en una manifestación en Málaga. Te acercaste a mí y me pasaste una nota que decía: “Ánimo, Antonio, no cambies nunca. Un beso”. Yo no he cambiado. Entonces ella era parlamentaria en Madrid.
Estoy cansado de tanto transfugismo al sol que más calienta, de tanto mediocre, de tanto chabacano que ayer eran fascistas y hoy son progres de bolsillo que van de demócratas de toda la vida, ocupando cargos públicos, funcionariales en la administración, controlando la economía, nuestras vidas, nuestros bienes… Harto de tantos creyentes que se creen que están por encima del bien y del mal, y de que Dios, si existe, siempre está de su parte. De tanta gente que charla en las tertulias, los atrios y las presidencias, que desde los medios de comunicación hablan con palabras huecas sobre democracia y libertad, que reclaman solidaridad para sí, su familia y su núcleo ideológico. Harto de los pelotas de turno que les pasan la mano por el lomo, un lomo generalmente bien nutrido por el buen yantar.
Estoy harto de tantos políticos que con el dinero de los demás reparten a los pobres migajas en forma de casas tercermundistas, -frías por invierno y calurosas en verano-. ¡Qué sabrán ellos de pasar hambre, frío, calor, necesidad! Son los mismos políticos que miran para otro lado cuando ven la picaresca de los falsos pobres, -entre comillas-, que con el dinero del contribuyente disfrutan de ayudas que no le corresponden, mermando así la ayuda al pobre -con mayúsculas- que verdaderamente lo necesita y que por dignidad o rebeldía no piden. En Ronda se da la paradoja, según me comentan algunas madres dolidas de que a sus hijos, después de rellenar centenares de papeles y currículums, no les dan trabajo porque siempre llaman a los mismos.
Me han vetado por pensar y no comer en el pesebre. Mucho hablar de dignidad y de derechos constitucionales (art.10 y 20) que luego no se cumplen porque el director de la emisora municipal Radio Ronda conectada a Canal Sur, (militante del PSOE de Ronda), me prohíbe día tras día participar con mis preguntas y las que me piden los ciudadanos que traslade a los ediles de nuestro ayuntamiento por las anomalías que padecemos en nuestra ciudad. No todos los concejales se niegan a que les haga preguntas. Carlos Mirasol, nuestro Concejal de Deportes, me manda el siguiente texto: Estimado Antonio. Gracias por mostrarte como defensor del ciudadano y por preocuparte por las necesidades de los rondeños. Haces una gran labor. Decirte que yo no tengo ningún problema en que entres en directo y me hagas cuantas preguntas quieras en Radio Ronda; de hecho, antes de empezar la entrevista me preguntaron si pasaban oyentes y les dije que por supuesto… vuelvo agradecerte tu interés. Un saludo.
Me ha vetado también la Delegada Municipal de Cultura y presidenta de Radio Ronda del gobierno PSOE.-P.A., para que pueda vender prensa y libros en un stand de la feria del libro que en estas fechas se celebra en la Plaza de España. Así las cosas, sólo me queda la opción de poner mis libros en mi humilde rincón de siempre de la Alameda del Tajo, donde decenas de ciudadan@s me piden cada domingo que dé caña a los políticos y al alcalde en los plenos.
Y hasta he sido vetado en un programa de Canal Sur TV por querer denunciar la “magnanimidad” del Sr. Zapatero, al repartir entre los Bancos y Cajas de Ahorros miles de millones de euros de nuestros impuestos, aunque luego ellos no son tan magnánimos ni tan solidarios con los pobres que no pueden pagar sus hipotecas. Por vetar, hasta me vetaron decir que en el actual Casino de Ronda, Blas Infante alzó con orgullo la bandera blanca y verde y se oyó por primera vez el himno de Andalucía. Ni siquiera pude hablar de la monumental y paradisíaca Ronda, de su historia y su cultura, Giner de los Ríos, Rilke, los Baños Árabes, Acinipo, Sta. María la Mayor, Sta. Cecilia, ni de Padre Jesús; de los pros y de los contras de esta maravillosa ciudad. Comentan que ha sido el peor programa realizado sobre Ronda.
Entre tanta ponzoña y tanto rencor, no todo iban a ser calamidades, y días atrás un centenar de personas rindieron homenaje al sacerdote Diamantino García Acosta, fundador de los derechos humanos en Andalucía. Alejados de cámaras y micrófonos, de fanfarrias y boato, de figurantes y de poderes fácticos, su homenaje nos recuerda que otra solidaridad y otro mundo son posibles.