El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Ronda, formado por PA y PSOE ha salido al paso de las acusaciones que realizaban los partidos de la oposición, PP e IU, sobre las nuevas medidas de seguridad instauradas en el edificio consistorial. Según manifestó el primer teniente de Alcalde, Francisco Cañestro, la idea que persiguen es la de mejorar la atención al ciudadano, “en ningún caso queremos restringir el acceso libre de los ciudadanos al Ayuntamiento ya que tenemos claro que es la casa de todos los rondeños”.
Aseguró que la intención de crear un control de visitas a los concejales y al alcalde es “intentar organizar estos encuentros para mayor comodidad de los ciudadanos evitando así las largas esperas que tenían que hacer en muchas ocasiones en los pasillos o la falta de privacidad al tener que tratar los temas en lugares no adecuados”. Desmintió a la oposición afirmando que “en ningún caso se está blindando el Ayuntamiento sino dando mejor servicio al ciudadano”.
Acusó al PP de haber iniciado medidas de restricción en el acceso a los concejales cuando limitó las visitas a la delegación de Obras ostentada en su momento por el popular José Herrera y crítico a IU que nunca se uniera al PSOE, cuando los socialistas estaban en la oposición, para realizar comparecencias, y ahora sí lo haga con el PP.
Por su parte el concejal de Seguridad Ciudadana, Rafael Lara, explicó que las nuevas medidas surgen tras el abandono de las dependencias municipales de la Policía Local al trasladarse al edificio de usos múltiples, y señaló que “es totalmente normal que exista una vigilancia en instituciones públicas”, aclarando que, “no estamos restringiendo la entrada sino controlándola”.