Pasar estas fiestas tan señaladas como paciente de un hospital no es plato de buen gusto para nadie, pero mucho menos cuando los enfermos son los más pequeños de la casa que se ven obligados a vivir estos días en un centro hospitalario. Con la intención de alegrar la estancia de estos niños los integrantes del parque de bomberos de Ronda han decidido poner en marcha en la ciudad una experiencia que se realiza de forma similar en otras muchas ciudades. Se trata de repartir regalos entre los niños que estén hospitalizados o que hayan llegado al mundo en estos días y se encuentren aún en el hospital.
De esta forma en la tarde de ayer más de una decena de bomberos se convirtieron en improvisados Reyes Magos, asumiendo de tal forma el papel que incluso entraron por la terraza del Hospital de la Serranía, eso sí, usando la escalera mecánica de uno de sus camiones. Cargados con juguetes y caramelos cedidos gratuitamente por empresas locales, pasaron por las áreas de pediatría, posparto y urgencias para llenar de alegría e ilusión las caras de pequeños, desde apenas una semana hasta los diez años.
Para Urbano Muñoz, miembro del parque de Bomberos rondeño, “la imagen de nuestra llegada con el camión o entrar en las habitaciones con los uniformes les llama más la atención a los niños y niños, más incluso que los propios regalos”. Para Pepi Gil, supervisora de pediatría del centro, “este tipo de iniciativas o lo que hacemos el día de Reyes, hacen que los más pequeños puedan pasar estas fiestas en el hospital con mucha más ilusión”.