Ajeno a cualquier tipo de celebraciones, a la par que la Feria, ha asomado su encrespada faz, un tiempo tan revuelto, y gélido además, que, sin ser todavía invierno, nos atreveríamos a decir que pocos días vendrán cuando llegue este, tan cargado de lluvias, vientos o helores como los que hemos vivido.
No fue óbice, sin embargo, para empañar el inicio de de la revivida Feria del Libro, ni la de los actos que a lo largo de la semana anterior y de ésta se han venido celebrando con toda brillantez.
Tanto al pregón que daba el aldabonazo de salida, como a las sucesivas presentaciones de obras, una diaria, se han acercado una nutrida concurrencia, que no sólo ha disfrutado con la disertación de los autores, sino que además, y esto es muy importante, ha respondido con interés a la llamada de los libros, comprándolos. Sorprendente fue el caso del libro presentado el día que iniciaba diciembre su andadura, su día primero. Concretamente el titulado “Cuentos del Pinsapo”, de Jesús Ramón Troncoso Melendo, atrajo un numerosa representación, pudiendo decirse que el pueblo en masa del autor, Cazalla de la Sierra, estuvo oyéndolo, y aplaudiéndolo, en la sala del convento de Santo Domingo en la que tuvo lugar el acto.
De esa misma circunstancia han disfrutado las casetas instaladas en la Plaza de España, bastante animadas pese al temporal. En cualquier caso, para los que amamos los libros y su venturoso contenido, no es mala experiencia la de compartir vistosas portadas y títulos familiares, por ser temas rondeños o serranos, que muestran los estantes, con el glacial aliento que despiden tantos cumbres nevadas como el boquete sin fin de nuestro entrañable y visitado Tajo
Hasta la fecha, y sin que la Feria haya terminado, podemos, en rápida relación de fechas, libros y autores, dejar constancia de que, como indicábamos aquella se inauguró el día 28 de noviembre, con un pregón, a cargo de Antonio Garrido, en el que se disertó sobre lo que todo el mundo esperaba: del mundo de los libros, con una pequeña historia de estos, hasta desembocar en nuestros días y la aportación de nuestra ciudad a su enriquecimiento. La misma persona, a continuación presentó el libro “Excursiones por las Montañas de Ronda y Granada”, del que ha sido su traductor; una obra clásica de la literatura de viajes por España, y que a pesar de su calidad y de su antigüedad (se publicó en 1840), y del protagonismo de Ronda y de Andalucía, por las circunstancias dichas, era desconocida de los lectores de nuestro país.
El sábado, 29, Manuel Jiménez, Francisco Siles y Sergio Ramírez, fueron los autores invitados para dar cuenta del libro escrito por ellos, “Caños Santos”. Una completísima historia del convento que llevó ese nombre, sito en las cercanías de Alcalá del Valle, y de la comunidad de monjes franciscanos que lo habitaron a lo largo de los años que estuvo en activo. Hay que leer la obra para darse cuenta de la importancia que tuvo, o, en otro aspecto, de lo ligado que estuvo a Ronda.
El domingo 30, Rafael Valentín y Sergio Ramírez, de nuevo, tuvieron la tarea de adentrarnos a los asistentes por la historia del “El Templete de la Virgen de los Dolores en Ronda”, derribando tópicos y leyendas y desvelando un poco de los orígenes, iconografía, artífices, o fuentes artísticas en que se inspiraron sus creadores, para diseñar esta barroca capilla callejera, tan popular y bella.
Del libro “Cuentos del Pinsapo”, que se presentó el lunes 1 de diciembre, ya hemos comentado algo antes, pero habrá que añadir que es un delicioso texto en prosa poética, en la que el árbol más representativo de nuestra Serranía, toma el papel de narrador para hablarnos de mil cosas y todo con un tono encantador.
El día 2, en “Guía Botánica de la Serranía de Ronda”, Manuel Becerra Parra, con un conocimiento singular de nuestra Comarca, ya expuestos en las numerosas obras publicadas, ofreció una muestra más de esa pasión que le lleva, en este caso, a escudriñar cada flor, cada planta, cada árbol de nuestra exuberante vegetación. Y un reto para nuestros expertos y autoridades municipales ¿No se ha pensado que, sin gastos descomunales, lo que supondría para Ronda, la creación de un jardín botánico, para el turismo, para la enseñanza, contando con lo esencial, lo que pocas regiones poseen?
Isidro García Ciguënza, otro experto en temas serranos, el día 3, tuvo la oportunidad de darnos una extensa charla sobre su obra “Bandoleros en la Serranía de Ronda”, un fenómeno de otros tiempos, pero que sigue atrayendo la atención de una larga fila de investigadores y de lectores.
Bajo una nueva óptica, entiende el autor a la figura del bandolero y a la serie de circunstancias que le abocaron a ser un delincuente, aunque no para el pueblo.
Por suerte, no terminan aquí las emociones y novedades de la Feria del Libro, de las que seguiremos dando cuenta en el próximo número del periódico.